Martes, 01 Abril 2008 18:00

Caravana de camellos

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Orietta y Vanesa …y al final, el muchacho y la muchacha se subían a un camello y se iban con una caravana por el desierto…

Ay que romántico!

Nelson  si, pero ya no hay caravanas de camellos!

Los camellos son llamados el barco del desierto, y durante siglos y milenios, han atravesado los desiertos africanos llevando personas y mercancías de uno a otro lado.

Y aunque ahora las caravanas son de camiones, por lo menos aún existe una ruta que es cubierta por caravanas de camellos, y comienza en Timbuktú, en la republica de Malí, ubicada en África nor occidental,

Y esta caravana de camellos en especial cubre más de setecientos kilómetros, desde la ciudad milenaria de Timbuktú hasta las minas de sal de Taoudenni.

Cada semana, durante nueve meses del año, se puede ver un espectáculo que parece surgido de las páginas de Las mil y una noches:

Hasta cincuenta camellos, atados en una larga fila, salen con sus guías, para iniciar el largo viaje a las minas de sal, de donde traen el precioso mineral, el cual utilizan desde hace cientos de años, para conservar carne y cueros,

Por supuesto que la ruta de la caravana no sigue ningún camino,

Simplemente sus expertos guías reconocen su ruta entre un mar de rocas y arena que, a cualquier otra persona le parecen interminables.

La comida para los camellos escasea, y los humanos se alimentan de arroz. El mismo camello provee el combustible para cocinar: su propio estiércol.

Como todos hemos escuchado, los camellos llevan su propia agua en sus jorobas, pero además llevan hasta ochenta litros de agua para los humanos.

Pero ya no hay odres como los de la Biblia, pues ahora llevan el agua en neumáticos de camión.

Después de mas de veinte días montados en los camellos, llegamos a las minas de Taoudenni.

Aquí, uno de los lugares más desolados del mundo, viven un poco más de cien hombres, sin teléfono, ni electricidad, ni medicinas, bebiendo solo el agua caliente y maloliente que llega en neumáticos viejos.

La temperatura va de los treinta a los cincuenta gados a la sombra, si usted encuentra alguna sombra.

Y aunque en otras épocas aquí solo habían esclavos o prisioneros políticos, hoy son trabajadores muy pobres, que sacan la sal para subsistir y pagar sus deudas.

La sal se encuentra a ras del suelo, así que ellos excavan a mano hasta que la encuentran, y parten grandes trozos con hachas y picos,

Cada trozo de veinte kilos vale en la mina unos tres dólares, pero puesto en Timbuktú, cuesta doce dólares.

¿y como funciona el negocio?

El camellero pone cuatro ladrillos de sal en cada camello, vende tres y entrega uno a la familia del minero, en Timbuktú.

Así ha funcionado hace siglos, y a pesar del avance de la civilización, mientras el camello sea más barato que un camión, existirá la caravana de camellos desde Timbuktú a las minas de sal de Taudenni.