INSERCIÓN: Recordemos que el gerundio, es una forma no personal del verbo la cual indica que una acción es progresiva, es decir, que está en desarrollo. Además se forma con la terminación –ando, para los verbos de la primera conjugación, es decir los terminados en –ar y con la terminación -iendo para los verbos terminados en –er o –ir. Ahora bien, para no caer en errores al momento de utilizar el gerundio se debe conocer muy bien cuándo se usa correctamente.
También, indica Carlos Díaz, es importante tener en cuenta que el gerundio puede ser simple o compuesto.
El simple resulta de añadir a la raíz del verbo la terminación -ando o -iendo. Por ejemplo: “amando” o “bebiendo”. El compuesto es producto de la combinación del gerundio simple de haber que es “habiendo” más un participio pasivo, es decir aquellos que terminan en -ado o –ido. Por ejemplo: “habiendo llegado” o “habiendo hablado”.
Algunos usos correctos del gerundio son cuando este expresa una acción simultánea a la del verbo principal. Por ejemplo en la oración “María cocina cantando”, las dos acciones “cocinar” y “cantar” se pueden realizar al mismo tiempo.
También, se utiliza de manera correcta cuando el gerundio va acompañado del verbo “estar”, lo cual denota una acción progresiva. Por ejemplo al decir: “Eduardo estuvo estudiando toda la madrugada”.
Un tercer uso correcto del gerundio es cuando actúa como adverbio, es decir, cuando se encuentra calificando un verbo. Un ejemplo es: “Marcos vive soñando”, aquí el gerundio “soñando” califica al verbo “vivir”.
Otros usos correctos y usos incorrectos del gerundio serán tema que, en próximas cápsulas a favor del uso correcto del español, el filólogo Carlos Díaz Chavarría estará abordando. ¡Estén pendientes! Muchas gracias