Aún predominaba como actividad fundamental económica el tabaco y los tabacaleros eran el principal grupo económico y social del país. Fueron ellos, quienes teniendo capital y disponiendo de tierras pudieron dedicarse a la siembra del café. Los primeros gobiernos independientes estimularon la producción dando tierras. Así, un día como hoy, 29 de junio de 1822, el Ayuntamiento de San José por Bando de Juan Mora Fernández, se dispuso que “todos los agricultores que tengan actualmente establecimientos de café en tierras baldías del Estado, harán suyos los terrenos así cultivados” y los que en los siguientes cinco años se dediquen a dicho cultivo.