En uno de estos participó el maestro salvadoreño, Marcelino García Flamenco, que vivía en el país desde principios de siglo XX, que luego de ver el asesinato de Rogelio Fernández Güell, opositor de Tinoco, se integró a las fuerzas insurgentes en la zona norte del país, donde fue cruelmente asesinado, un día como hoy, 26 de julio de 1919, a machetazos por parte de tinoquistas.
La muerte de este “Luchador por la Libertad” fue el detonante de la movilización de maestros ese mes que hizo caer la dictadura de Tinoco. Sus restos mortales yacen en la localidad de La Cruz, de Guanacaste.
Contra la dictadura de Federico Tinoco, desde 1917 hasta 1919, distintos movimientos sociales, populares y constitucionalistas le resisten en luchas urbanas y rurales, movilizaciones, huelgas y movimientos armados en su contra.