Su labor de sacerdote, desde 1802 hasta su muerte en Oaxaca, México 1834, fue intensa. Fue un gran orador y se distinguió en las Cortes por su lucha en favor de los indígenas, por la abolición de la mita, la encomienda, el tributo indígena y el repartimiento.
Un día como hoy, 21 de julio de 1811, hizo su primera intervención en las Cortes, donde llegó a distinguirse como uno de los mejores diputados del continente, llegando a presidirlas, así como algunas de sus comisiones.
El Presbítero Florencio Castillo, Benemérito de la Patria, se le considera el primer diputado de Costa Rica, por habernos representado en la Cortes de Cádiz, en España, al finalizar la colonia. Por ello un óleo con su figura está dentro del recinto parlamentario.