Lunes, 19 Enero 2015 08:56

¡Yo no soy Charlie!

images 54El atentado ocurrido recientemente en Francia contra una revista que publica caricaturas donde se ridiculiza lo divino y lo terreno, conmocionó al mundo, en todas las latitudes se alzaron pancartas bajo la consigna ¡Yo soy Charlie! para solidarizarse con el líder del medio de comunicación que murió en el crimen.

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El repudio al acto terrorista, debe ser unánime, no obstante; es el momento para revisar los abusos que en nombre de la libertad hacen algunos medios, particularmente por el desprecio e irrespeto a las creencias ajenas y la violación a la intimidad cuando el dolor carcome el alma.
La tolerancia es fundamental para la sana convivencia de la humanidad, nadie puede mofarse impunemente del credo ajeno por irracional que nos parezca, los cristianos tenemos razón de indignarnos cuando alguien se ríe de quien creemos es el Hijo de Dios, los pueblos merecen respeto si estiman que su divinidad es el sol, la luna o las estrellas, cada quien en su fuero interno profesa su fe y esta tiene y debe ser respetada.
No avalo que ametralladora en mano alguien quiera vengar al Profeta, pero tampoco le doy crédito a quien hace de la burla y la sátira el vehículo para ridiculizar a quien tiene determinada creencia, por esa razón “Yo no soy Charlie”.
No pocas veces se confunde el interés público con el morbo público y en un afán mercantilista, se lucra con la herida lacerante de quien contempla la foto de un ser querido descuartizado víctima de la violencia.
Bien hace el Papa Francisco al señalar a quienes abusan de la libre emisión del pensamiento, más que Charlie, debemos ser el prelado y alzar la voz, porque la libertad termina donde comienza la mofa y unos pesos para la empresa nunca valdrán más que el dolor ajeno.