Dicha institución funcionó con regularidad hasta 1940, cuando fue incorporada a la Escuela de Pedagogía de la recién creada Universidad de Costa Rica. Sin embargo, en 1950 se reestablece la Escuela Normal en Heredia donde funcionó coexistiendo con la Escuela de pedagogía de la Universidad de Costa Rica. Finalmente la Escuela Normal de Heredia pasa a constituir, en 1973, la Universidad Nacional.
De esta manera la Escuela Normal, ante el incipiente desarrollo de una universidad pública costarricense, funcionó, durante un significativo período, como una institución de educación superior, por lo que se le ha considerado el “Alma Mater” de la educación costarricense; clave en la profesionalización de docentes y en el desarrollo de la educación costarricense.
Máxime si se toma en cuenta que por esta institución pasaron grandes mujeres y grandes hombres quienes vieron en la educación un gran baluarte, como, por ejemplo, la escritora María Isabel Carvajal, la conocida Carmen Lyra, quien tuvo a cargo la Cátedra de Literatura Infantil o el historiador Carlos Meléndez Chaverri quien se desempeñó como profesor de Estudios Sociales.
Definitivamente la Escuela Normal de Heredia tuvo meritorias repercusiones sobre toda la enseñanza nacional. Ante este panorama, en el acto conmemorativo realizado en la Sala Magna del Liceo de Heredia, el señor presidente de la República, Luis Guillermo Solís, expresó: “Las ideas que fundaron la Normal constituyen el crisol de donde surge la Costa Rica contemporánea. La convicción de que la educación pública debía llegar a todos los rincones del país alimentó la creación de una escuela formadora de maestras y de maestros”.
Además agregó: “Hay un valor fundamental que persiste desde entonces como estandarte de la educación costarricense: la vocación, ese espíritu de servicio, ese compromiso personal y profesional que hace que quien sea educador no deje de serlo nunca. El servicio absoluto a nuestros estudiantes es nuestra razón de ser”.
Ojalá que la conmemoración de los 100 años de la Escuela Normal haya servido, y sirva, para que muchos costarricenses, especialmente las nuevas generaciones, sean conscientes del fundamental pilar que fue la Escuela Normal para el ámbito educativo. Y que, además, se convierta en un acicate y un ejemplo para los presentes y futuros educadores con el fin de que recuerden que deben ejercer su profesión con una clara vocación de amor y compromiso por la enseñanza, tal como lo hicieron tantos normalistas.
El pasado 28 de noviembre del 2014 se cumplieron 100 años de la promulgación del decreto ejecutivo del presidente Alfredo González Flores, en 1914, que fundó la Escuela Normal de Costa Rica, considerada cuna de la formación de educadores en el país.