Martes, 11 Septiembre 2012 05:21

Uso racional del agua

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El uso innecesario del agua potable se deriva de una concepción errónea en nuestra sociedad, acostumbrada al derroche de recursos y en particular, a considerar el agua como inagotable.

 

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Efectivamente, una familia media en Costa Rica utiliza un metro cúbico de agua clorada por día. Pero de esta cantidad, menos del 20% requiere ser agua potable: el inodoro no lo requiere, tampoco la lavadora pues el detergente cumple con su papel de limpieza. En el lavamanos el jabón funciona mejor con agua llovida. Para lavar el carro el agua clorada reduce la vida y el brillo de la pintura. Limpiar los pisos con agua clorada también los deteriora. A los siembros les hace daño el cloro y con agua de lluvia rápido florecen. Inclusive Ud. podría bañarse con agua limpia sin que sea clorada y apta para beber, pues jabón y shampoo rinden mejor en “agua pura”.

En un serio estudio científico hecho en la NASA bajo el programa AID/SERVIR, los gobiernos de la región centroamericana fueron advertidos en el año 2008 de que como consecuencia del Cambio Climático, para el año 2020 las temperaturas van a subir y la lluvia disminuirá el 20%. Se mencionaba que los pozos que dan agua para el área metropolitana, los ríos y quebradas del Caribe y del Pacífico Sur, especialmente, disminuirán su caudal.

Paradójicamente, si bien en promedio lloverá menos, los aguaceros torrenciales como consecuencia de las tormentas tropicales -ahora más frecuentes al haber mayor disponibilidad de energía térmica en la atmósfera y los océanos-, caerán sobre suelos impermeabilizados por las obras de infraestructura urbana y rural, discurriendo con mayor energía cinética, para desmembrar cauces, edificios y viviendas aguas abajo, con la irresponsable contribución de una cultura urbana que no contiene en su ámbito domiciliario las aguas llovidas ni las servidas. Por ello los municipios por un lado y los ciudadanos responsables por otro, tienen la obligación ética de reducir este impacto, a través de un cambio cultural de poco esfuerzo.

Inicia con impedir que las canoas con el agua llovida den a la alcantarilla. Este valioso recurso natural, puede depositarse en un tanque debajo de la cochera o en un patio secundario. Una vez lleno el tanque, los excesos de agua déjelos correr en sus jardines. Y si tiene pisos recubiertos con cascotes, rómpalos y cámbielos por ladrillos con agujeros, para que la madre tierra respire y transpire.

Luego eleve el agua a un tanque aéreo hasta 4m de altura, para tener buena presión en su lavadora y ducha. Ahora estudie el circuito hidráulico de su hogar y visualice como utilizando la misma red establecida, puede utilizar racionalmente el agua llovida. Ahora, si va a construir, exija a su ingeniero que incluya de una vez estas modificaciones, para que no deba gastar un cinco más en el sistema. Y pronto verá como su factura de agua potable disminuye, como sus plantas y jardines florecen y dormirá tranquilo, porque habrá evitado tragedias a hermanos de bajos recursos que deben seguir viviendo en las orillas de los ríos.

El obligante debe alcanzar a los edificios que albergan ministerios y oficinas públicas. No se diga de escuelas y colegios, donde debe ser norma y ejemplo permanente para que las nuevas generaciones se eduquen para conservar racionalmente el agua.
Guillermo Quirós Álvarez.