Ello los encaminó a esbozar una nueva metodología la cual fomentara un aprendizaje más dinámico e interactivo y que tomara en cuenta las necesidades y habilidades de los estudiantes desde la aplicación de un pensamiento más lógico; esto significó la aplicación del pensamiento crítico al ámbito educativo para fomentar lo que se denominó una educación liberal, donde el alumno fuera partícipe directo y activo del proceso de enseñanza y aprendizaje, tal y como la aplicaban en la Antigua Grecia filósofos como Sócrates y Aristóteles.
De ahí que el propósito sea el formar estudiantes quienes desarrollen una manera de pensar con criterios propios, a partir de la investigación, de una reflexión constante, con el fin de que puedan observar y analizar la realidad desde diversas lecturas para replantearse los modelos establecidos, y muchas veces impuestos, mediante la propuesta de ideas y opciones nuevas.
Esto actualmente es fundamental porque el lograr estudiantes críticos permite que no se llegue a niveles de impulsividad los cuales promuevan el emitir opiniones sin fundamento; por el contrario, lo que se busca es que ellos se conviertan en educandos activos, quienes reconozcan y aprendan de sus errores, escuchen y evalúen diversos puntos de vista, utilicen fuentes de información para realizar investigaciones objetivas, traten de buscar soluciones racionales a los problemas, mantengan la mente abierta a ideas nuevas y lleguen a desarrollar la autodisciplina.
De ahí que en un mundo en donde parte del sistema educativo parece extraviarse en el individualismo, el llamado que debe imperar es el de rescatar al humano que está detrás de cada alumno, para devolverle el control soberano sobre su existencia en el ámbito intelectual y espiritual.
De lo que se trata es de ir más allá del contenido para trascender con el fin de enfocarse e invertir más en el pensamiento y el capital humano de los estudiantes que no solo los haga mejores profesionales sino, especialmente, mejores humanos.
Tal objetivo no debe postergarse, o no debe enfocarse de manera superficial, de ahí que se haga una tarea imperiosa garantizar la calidad de los centros educativos a través de una pronta, efectiva y eficaz relectura del aprendizaje educativo mediante el fomento de una enseñanza basada en una muy beneficiosa educación liberal.