Jueves, 19 Diciembre 2013 07:15

Si está de en donar sus órganos ¡DÍGALO!

El tiempo de navidad abre espacios para la conversación de los más diversos temas, sea al calor de la cena, los tamales o el convivio con familiares y amigos, deseamos proponerle un tema, estimado radioescucha. Si está de acuerdo en que ante la eventualidad de un accidente, sus órganos puedan ser usados para darle vida a otras personas ¡Dígalo!

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Ciertamente esa manifestación puede expresarse al momento de obtener o renovar la licencia de conducir, documento donde consta la voluntad del conductor, pero ante los vacios en nuestra legislación, son los parientes cercanos de la víctima en trance de muerte con comprobada disfunción cerebral, quienes tienen la última palabra.
Se ha dado el caso de personas cuyos órganos están listos para ser extraídos para implantárselos a enfermos que los necesitan y algún miembro de la familia expresa un rotundo ¡no! y se malogra así la posibilidad de recuperar a quienes aguardan por el implante de un pulmón, corazón, riñón, córnea, entre otros procedimientos que con éxito se realizan el país.
Durante al año 2012 únicamente en los quirófanos del Seguro Social, cada semana se realizaron en promedio ocho trasplantes de órganos o tejidos 115 de riñón, 5 de hígado, casi trescientos de córnea, una veintena en hueso y 55 de médula ósea.
No obstante; si existiera una verdadera cultura de donación de órganos, muchas personas más se beneficiarían de estos complejos procedimientos, presea de orgullo del cuerpo médico nacional, que cuenta con profesionales altamente calificados para la realización de estas complejas cirugías, que involucran a un enorme equipo multidisciplinario que incluye además de cirujanos, anestesistas, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales y hasta personas que limpian los quirófanos con reconocida excelencia.
Si está de acuerdo en que ante la eventualidad de un accidente al que todos estamos expuestos, sus órganos puedan ser utilizados por otras personas, dígalo de manera franca y directa, el tema puede sonar espinoso, pero es realista, ciertamente todos nos convertiremos un día en polvo, pero mientras nuestros órganos puedan ser utilizados, despojemos de ese banquete a los inmisericordes gusanos.