Lunes, 03 Marzo 2014 08:55

Señores, pongan atención a la señora que les ganó...

Se acabó aquello de que el tamaño de la chequera determinaba quién ganaba. Esta primera etapa de la campaña electoral ha demostrado con contundencia que en el fondo, los ticos ya somos menos predecibles. Las lecciones más importantes en este proceso tenemos la obligación con la patria, de aprenderlas y superarlas.

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En primer término, resulta urgente plantear una modificación al mecanismo mediante el cual, las entidades financieras canalizan recursos para el financiamiento a los partidos políticos. No es posible, que una supervisión sea tan restrictiva en unas cosas pero tan permisiva en una materia tan delicada como la de financiar partidos políticos.
Por más registradas que estén las casas encuestadoras ante el Tribunal Supremo de Elecciones y por más explícitos que sean los procedimientos de recolección de la información, las encuestas NO DEBERÍAN ser usadas como criterio de decisión para algo tan serio como prestar dinero. Esto es particularmente serio, si el banco que presta esos recursos es un banco del estado, pues es el patrimonio de todos los costarricenses el que se pone en un evidente riesgo de pérdida.
Otro tema es la publicación de encuestas. No por lapublicación en sí misma, sino por la creación de expectativas que no son. En 2006, a días de las elecciones, se habló de una intención de voto que triplicaba al contrincante, siendo el resultado final una raquítica diferencia. En 2010, se habló de una segunda ronda y el resultado ni por asomo se acercó a esa posibilidad. Este año, todos tenemos fresquito el dato de la encuesta y la realidad.
O el procedimiento de consulta es muy débil,los ticos son demasiado hábiles para burlar a los encuestadores, o la forma en que se publican los datos lleva implícito un alto espíritu de manipulación a la gente, que por dicha, no se deja manipular.
El último aspecto que es necesario destacar, es que en esta elección nadie le ha dado crédito a esa señora que ganó en términos absolutos la elección. Esa tan maltratada y repudiada señora de nombre ABSTENCIÓN, que obtuvo la nada despreciable suma de 872.932 votos.
De quienes no votan, se dice de todo. Que no tienen derecho a reclamar, que no se vale que desprecien a la democracia, que muchos desearían esa oportunidad, que les falta patriotismo o que votar es un deber.Aunque entendibles esas críticas, también es válido preguntarse ¿Por qué esas personas no votan?.
Hay muchos desencantados con la forma en que está funcionando esta democracia, cansados de ver que muchas cosas no funcionan, que la anarquía de las minorías es la que prevalece muchas veces, que la Sala Constitucional o Cortes Internacionales son las queterminan resolviendo ante la incapacidad de nuestros legisladores. Esas personas, aunque han votado y en uso de su derecho se han quejado, nada ha cambiado. Su voz merece ser atendida.
A las puertas de una segunda ronda, dará gusto ver menos bombardeo de anuncios vacíos y hasta propuestas para ver a los equipos económicos debatiendo hay.
Un estudio del Estado de La Nación ha dicho que los programas están llenos de objetivos que no son más que promesas, que tienen menos metas que son los objetivos en concreto y que no puntualizan en las políticas, que es el cómo se alcanzarán esos objetivos.
Señores Candidatos, o toman acción, o doña Abstención les ganará otra vez.