La posición anterior no es ajena a nuestra filosofía y acciones. El solidarismo ha hecho una contribución significativa a la dinamización de amplios sectores de nuestra economía, la equidad, la solidaridad y la reducción de la pobreza a lo largo de sus años de vigencia. No se discute que buena parte de la paz social del país descansa en nuestra labor.
Por eso, lejos de rehuir nuestra responsabilidad en la discusión de la reforma fiscal en nuestro país, el Movimientoreitera su compromiso de participar activa y responsablemente en la construcción de un acuerdo social que incluya, no solo el ámbito fiscal, sino también otras dimensiones del desarrollo nacional.
Reconocemos que Costa Rica enfrenta un déficit fiscal estructural de sus finanzas públicas, que amenaza con la estabilidad y sostenibilidad de nuestro desarrollo. Hemos señalado que la reforma fiscal para que sea sostenible debe atenderse de manera integral.
Con el objeto de enfrentar dicho déficit, el Gobierno sometió recientemente a consulta pública un proyecto de reforma alimpuesto sobre lasventas y renta que representa una grave amenaza y compromete la estabilidad, continuidad y desarrollo del solidarismo costarricense.
El proyecto propone gravar todas las actividades derivadas del uso de los aportes de los trabajadores, es decir el ahorro y la cesantía al considerarlas actividades “lucrativas” con un fuerte impacto sobre muchas de las asociaciones que son pequeñas y medianas con carteras crediticias con poco margen para reducciones sensibles de su rentabilidad financiera. Más aun establece que los trabajadores que sobrepasen una acumulación de cesantía por sobre 8 años paguen un impuesto del 15%, asestándole un duro golpe a uno de los mayores aportes del solidarismo al transformar la cesantía de una expectativa en un derecho adquirido real. Propone además que los trabajadores solidaristas paguen un impuesto de hasta 25% sobre sus excedentes afectando a los asociados directamente, principalmente para aquellos trabajadores afiliados, que además de pagar su impuesto al salario, ahora deben pagar más impuestos por los excedentes, duplicando la carga tributaria.
Si la intención es que el sector solidarista contribuya al problema fiscal del país, este proyecto debe ser profundamente revisado, consensuado y racionalizado. De la forma como está planteado, contradice el compromiso del Estado a fortalecer y promover al solidarismo a partir de los derechos que le otorga la consecución del rango constitucional y la misma ley que lo ampara.
Raúl Espinoza Guido
Presidente de la Junta Directiva, Movimiento Solidarista Costarricense