Esto es posible gracias a que desde hace cinco décadas, se implementó un sistema totalmente nacional, entre Estado y empresa privada, tan exitoso que durante ha garantizado el abastecimiento ininterrumpido de combustibles. Este sistema único en Centroamérica nos da una ventaja para el progreso. RECOPE financió el Muelle en el Atlántico y desarrolló un sistema, que va desde Moín, Limón hasta Barranca, Puntarenas; unido por un poliducto, único en la región. Abastecemos con cuatro terminales de almacenamiento y distribución las estaciones de servicio del país, la industria y el comercio y mantenemos puestos de venta en todos los aeropuertos.
En RECOPE suministramos el 69% de la energía comercial que mueve a Costa Rica, de la cual, un 80% corresponde al sector transporte. Para entender su valor, es necesario recurrir al pasado, pues la existencia de RECOPE tiene profundas raíces históricas que la hacen genuinamente costarricense.
Cuando el plenario aprobó el contrato para construir la refinería de Limón, la industria petrolera estaba dominada por grandes transnacionales, que acaparaban desde la producción hasta la venta de combustibles al detalle y establecían los precios a su antojo. Por eso en el momento que la producción de los EEUU empezó a declinar, los países de la región tuvieron que defenderse, contrarrestar su poder y se crearon en Latinoamérica empresas estatales como Pemex en México, Petrobras de Brasil y Ecopetrol de Colombia. Aquí, la Administración Orlich, trató de que se construyera una refinería estatal afirmando que: “…si la energía eléctrica pertenece al pueblo de Costa Rica, con mayor razón tendría que ser costarricense la energía generada por hidrocarburos”.
Se decidió por ello que la participación del Gobierno en RECOPE, aumentara gradualmente hasta obtener el 100% de las acciones. Se había logrado el propósito fundamental: romper la cadena vertical que hacía imposible controlar los precios de los hidrocarburos y dar un paso en la soberanía energética. En 1975 se aprovechó el fuerte brazo financiero de RECOPE y se nacionalizaron las compañías distribuidoras. Se traspasaron las estaciones de servicio a sus antiguos concesionarios y los camiones cisterna a los antiguos choferes: así nació el sistema mixto costarricense del petróleo que aprovecha las fortalezas del sector estatal y el dinamismo de muchos empresarios costarricenses.
Por eso, cada vez que encienda su vehículo, su motocicleta, su camión, o cuando tome el autobús recuerde que lo mueve el impulso y el esfuerzo de costarricenses que saben muy bien lo que se necesita: Una organización nacional sólida que siga siendo capaz de satisfacer las crecientes necesidades de energía de todo un país.
JORGE ROJAS
