Miércoles, 06 Julio 2011 05:18

“¿Qué hacer para recuperar la Costa Rica humana?”

Yo me pregunto, ¿cuál es el ejemplo que les damos a nuestros hijos o a nuestros nietos si ven en las calles, desde no mucho tiempo atrás, a ex presidentes enjuiciados y metidos en prisión?
Somos un país que disfruta mucho del fútbol y vemos cómo entrenadores son expulsados de los partidos por una falta de profesionalismo y un pésimo comportamiento; a jugadores haciendo boxeo en la cancha, también entrenadores de la selección mayor con la misma conducta debido a una carencia de valores, en donde no guardan la compostura ni visten adecuadamente su cargo. Sumado a ello, encontramos una federación llena de problemas ante la preparación de un campeonato o ante la decisión de quién entra y quién sale sin importar los reglamentos de estatutos dados.
Asimismo, distinguimos una falta de compromiso hacia la patria por parte de nuestros legisladores y funcionarios públicos, ya que se olvidan que fueron nombrados con la finalidad de trabajar para Costa Rica y por los intereses del pueblo.
Observamos, por su parte, a estudiantes agredir a los profesores y a padres de familia atacando menores de edad, como guerrillas callejeras, sin importar consecuencias; en el primer caso se llegó a lo peor: el asesinato de una directora.
Actualmente, notamos muy pocos ejemplos positivos presentes en la sociedad costarricense como don Franklin Chang, o personas con un mayor profesionalismo en los deportes individuales como lo son el boxeo en mujeres, con su exponente Hanna Gabriel; el atletismo masculino, con el limonense Nery Brenes; y la natación como en el caso de María del Milagro París o las hermanas Poll; además de los muchachos que salen distinguidos en ferias en el exterior o bien, nos olvidamos de los muchos jóvenes emprendedores que en general con sus ideas generan trabajo y son modelo de perseverancia y éxito.
Me pongo a ver la televisión y me encuentro con novelas en donde se enfoca lo sexual como una estabilidad básica para una relación, cuando lo fundamental es el respeto de las dos personas y la sana comunicación. Otro de los temas recurrentes es la obtención del dinero fácil, lo cual se hace ver como normal.
¿Dónde se encuentran los valores espirituales, morales y éticos que mis padres me inculcaron?, y ¿cómo tener una actitud positiva ante la adversidad, amar lo que hacemos, cuidar nuestro trabajo y realizarlo responsable y honestamente? A pesar de todo, en la situación exacta, vimos a un país entero dar la mano a los necesitados de Cinchona y de otras zonas, en diferentes momentos.
Advierto el desempleo que sube, pero no la convicción, ni compromiso, de los que tienen trabajo; o no les gusta iniciar desde abajo para, por méritos y experiencia, ir ascendiendo.
El problema de hoy no es si soy educado en escuela pública o privada, sino el desinterés de las personas en la buena realización de sus labores, y por parte de los estudiantes una apatía por aprender y superarse por medio del estudio.
He aprendido que debemos sacar de lo malo lo bueno y no pierdo la esperanza de una Costa Rica más humana, sobre todo cuando veo a mis hijos, hoy universitarios, rodeados de amigos y amigas de buen corazón y dispuestos a superarse enfocándose en el estudio y trabajo; de igual forma, muchas otras personas que día a día se esfuerzan por un mejor país para todas las generaciones venideras. Doy gracias a Dios por permitirme vivir en una nación democrática y tener como núcleo central, en mi vida, a mi familia.
Víctor Méndez Salas  Ced 1 446894
Yo me pregunto, ¿cuál es el ejemplo que les damos a nuestros hijos o a nuestros nietos si ven en las calles, desde no mucho tiempo atrás, a ex presidentes enjuiciados y metidos en prisión?
Somos un país que disfruta mucho del fútbol y vemos cómo entrenadores son expulsados de los partidos por una falta de profesionalismo y un pésimo comportamiento; a jugadores haciendo boxeo en la cancha, también entrenadores de la selección mayor con la misma conducta debido a una carencia de valores, en donde no guardan la compostura ni visten adecuadamente su cargo. Sumado a ello, encontramos una federación llena de problemas ante la preparación de un campeonato o ante la decisión de quién entra y quién sale sin importar los reglamentos de estatutos dados.
Asimismo, distinguimos una falta de compromiso hacia la patria por parte de nuestros legisladores y funcionarios públicos, ya que se olvidan que fueron nombrados con la finalidad de trabajar para Costa Rica y por los intereses del pueblo.
Observamos, por su parte, a estudiantes agredir a los profesores y a padres de familia atacando menores de edad, como guerrillas callejeras, sin importar consecuencias; en el primer caso se llegó a lo peor: el asesinato de una directora.
Actualmente, notamos muy pocos ejemplos positivos presentes en la sociedad costarricense como don Franklin Chang, o personas con un mayor profesionalismo en los deportes individuales como lo son el boxeo en mujeres, con su exponente Hanna Gabriel; el atletismo masculino, con el limonense Nery Brenes; y la natación como en el caso de María del Milagro París o las hermanas Poll; además de los muchachos que salen distinguidos en ferias en el exterior o bien, nos olvidamos de los muchos jóvenes emprendedores que en general con sus ideas generan trabajo y son modelo de perseverancia y éxito.
Me pongo a ver la televisión y me encuentro con novelas en donde se enfoca lo sexual como una estabilidad básica para una relación, cuando lo fundamental es el respeto de las dos personas y la sana comunicación. Otro de los temas recurrentes es la obtención del dinero fácil, lo cual se hace ver como normal.
¿Dónde se encuentran los valores espirituales, morales y éticos que mis padres me inculcaron?, y ¿cómo tener una actitud positiva ante la adversidad, amar lo que hacemos, cuidar nuestro trabajo y realizarlo responsable y honestamente? A pesar de todo, en la situación exacta, vimos a un país entero dar la mano a los necesitados de Cinchona y de otras zonas, en diferentes momentos.
Advierto el desempleo que sube, pero no la convicción, ni compromiso, de los que tienen trabajo; o no les gusta iniciar desde abajo para, por méritos y experiencia, ir ascendiendo.
El problema de hoy no es si soy educado en escuela pública o privada, sino el desinterés de las personas en la buena realización de sus labores, y por parte de los estudiantes una apatía por aprender y superarse por medio del estudio.
He aprendido que debemos sacar de lo malo lo bueno y no pierdo la esperanza de una Costa Rica más humana, sobre todo cuando veo a mis hijos, hoy universitarios, rodeados de amigos y amigas de buen corazón y dispuestos a superarse enfocándose en el estudio y trabajo; de igual forma, muchas otras personas que día a día se esfuerzan por un mejor país para todas las generaciones venideras. Doy gracias a Dios por permitirme vivir en una nación democrática y tener como núcleo central, en mi vida, a mi familia.
Víctor Méndez Salas  Ced 1 446894