Por otra parte, anota que los seres humanos nunca construirán un ámbito humano sin contradicciones. Mas es necesario que, siempre y en todas partes, se de una búsqueda de la verdad sobre el tema antropológico y la totalidad de lo que le rodea sin miedo a lo que puedan decir los posmodernos o los que creen que vivimos en medio de un modernidad líquida.
Constatar las diferencias entre las gentes y la necesidad de buscar certezas no resulta nada novedoso pero en tiempos de pensamiento débil y ante las pretensiones de algunos de imponer un pensamiento único, se trata de constataciones nada banales.
Ser realista ante nuestro entorno reflexivo decadente, comprender todo cuanto son las relaciones humanas y animarse a buscar respuestas al tema del sentido de la vida son tres puntos muy útiles de cara comprender, con cierta pretensión, algo acerca de la vida social y política de nuestro tiempo.
Si no podemos ser filósofos, al menos, “podemos amar la filosofía”, escribía Leo Strauss. Y ponía una condición necesaria, si es que deseamos enfrentar bien las amenazas, la realidad de las relaciones humanas y el extravío de rumbo del hombre occidental de hoy. Esa condición era, ni mas ni menos, pensar.
Hace poco, entre nosotros, oí una reflexión que me pareció acertada. Se trata del resultado de pensar un poco por parte de un político que hablaba a la asamblea de su partido.
Allí hizo ver esta persona que, si deseamos como país dar pasos hacia delante, se debían atender varios frentes de cara a la crisis presente y la pérdida de sentido que vivimos.
Habló de cuidar el medio, ser progresistas en materia social, modernos en lo cultural y antropocéntricos a la vez, abiertos a la realidad al enfocar lo económico. Puntual, directo y fundado, incluso habló hasta de tener “nortes”.
Me pareció que había reflexión seria detrás de lo que ese político costarricense dijo. Andar por allí es la vía.
Strauss decía que ámbitos humanos sin contradicciones no hay. Y es mejor que sea así pues sería muy aburrido si todos pensáramos igual o no pensáramos del todo.
Estas ideas que anoto del expresidente Figueres han de suscitar contradicción probablemente y es sano que así sea. Pero que sea siempre un choque de pensamientos derivados del amor por la filosofía y no de cualquier manera. Ojalá sea así.