; entonces, podemos afirmar que la pobreza en mayor o menor grado es el producto del estancamiento del progreso, políticas económicas erróneas, timoratos planeamientos de desarrollo que pocas veces llegan a feliz término, miopía en el ámbito cultural y ni que decir de las corruptelas por falta de un estricto control en las adjudicaciones de becas. Dineros que se pierden y otros pagados de más, por supuesto que van a generar pobreza. Aunado a estas limitaciones, los costarricenses somos testigos todos los días de los signos externos de la condición calamitosa que impera en todos los cantones y distritos del país.
}El hampa prolifera en las calles, es acongojante ver los techos cada vez más herrumbrados, los taxistas y piratas empujando en neutro sus carros, casas alquiladas en condiciones paupérrimas cuyas tarifas de alquiler no tienen relación con el estado del inmueble, cuarterías y barracas fabricadas con latas viejas y restos de cajas de madera prensada donde viven personas en un hacinamiento escandaloso e insalubre. Las calles josefinas repletas de vendedores informales de verduras, mercachifles tilicheros vendiendo mercaderías de dudosa procedencia o bien distribuyendo mercancías de fabricación china provenientes de los múltiples mercados asiáticos situados en las inmediaciones de la calle 12 de la ciudad. En fin, el desfile de situaciones anómalas y precarias es interminable, pero… nos dicen que hay que votar para hacer posible un mejor futuro y, románticamente usted y yo sabemos que eso no es cierto. Se deben hacer cambios drásticos; adecentar “la cosa pública” no va a ser fácil, hay demasiados intereses y compromisos creados de por medio. El nuevo gobierno debería mandar a poner rótulos en todas las dependencias gubernamentales que digan “YO SOY HONESTO Y USTED”. Basta ya de mediocridad, basta ya de mentiras, basta ya de creer en pajaritos de cristal. Si queremos un mejor gobierno debemos tomar mayor control y no permitir ni un ápice de corrupción. Es conveniente recordar las palabras del insigne John F. Kennedy “No te preguntes que puede hacer tu país por ti…pregúntate que puedes hacer tú por tú país.” Este fue un comentario de Marvin Ureña Sandí –