Puedo dar fe de tal situación, dado que mis cuatro hijos, amigos de mis hijos, allegados a la familia, vecinos, etc, han incursionado en estas prácticas sin resultados positivos. Tal parece que los documentos y hojas de vida, una vez terminada la feria los archivan o quedan abandonados en alguna gaveta sin nombre ni destino.
Recuerdo mis años mozos, allá por los años 1975 – 1980 cuando buscar trabajo era diferente, había que salir a buscar trabajo puerta a puerta hasta encontrar sitio en alguna tienda, oficina o “lo que saliera”. También era mucho más efectivo el método de los avisos clasificados, al menos el aspirante era llamado prontamente para escuchar un sí o un no. Las entrevistas eran precisas, directas, al grano, sin intermediarios. No había que hacer quizes, ni dibujitos, ni llenar formularios por dos horas, en resumen el proceso era más sencillo.
Hoy día se pregona mucho que se van a abrir plazas aquí y allá y arman toda una parafernalia, damas olorosas a Victoria Secret repartiendo publicidad empresarial a manos llenas, mientras tanto, las mesas no dan abasto con gente llenando solicitudes interminables para escuchar al final un obligado “no llame, nosotros le llamamos”.
Entonces, es verdaderamente una triste historia, conseguir empleo en estos días es un verdadero calvario. Probablemente sucede en muchos casos que las personas que andan buscando empleo, han tenido que pedir prestado para los pasajes del bús, para sacar las copias del curriculum por centésima vez y comprar las fotos. Eso sin contar con las empresas fantasmas que se aprovechan de los pobres desempleados para cobrar por reclutamientos engañosos que duran una o dos semanas y que luego despiden porque según ellos no cumplieron las expectativas del puesto. Estas prácticas hay que denunciarlas, alguien tiene que decir que detrás del desempleo hay una gran sombra de injusticias y de “tomaduras de pelo” No es justo ni es cierto asegurar que en Costa Rica el tema del empleo está solucionado. Sino que lo digan las personas que con o sin estudios calificados llevan hasta 12 meses sin trabajo.
MARVIN UREÑA Sandi