En materia de salud, la Caja Costarricense de Seguro Social es la principal institución con que cuenta el país. Su organización, equipamiento, infraestructura y su personal altamente calificado, deben garantizar la mejor atención a las personas afiliadas. No obstante, con mucha frecuencia aparecen en la opinión pública, quejas relacionadas con la atención que reciben los pacientes en materia específica de salud o en gestiones de carácter administrativo, como las listas de espera, la afiliación y renovación de carné.
El problema de la lista de espera se agrava cada vez que se le relaciona con denuncias de favoritismo o corrupción. Por otra parte, el Expediente Digital Único en Salud, que tiene sus orígenes desde los años noventa del siglo anterior, fue aprobado en el 2013 y con profunda preocupación se le informa al país que será hasta el 2023 cuando esté totalmente concluido. ¿Dónde queda entonces el propósito de alcanzar una mayor eficiencia y modernización en los servicios de salud?
Los trámites como renovación de carné o afiliación de personas, la Institución en vez de simplificarlos, como la legislación nacional lo estipula, los hace complejos. Pueden citarse casos en los que las personas tienen que madrugar a fin de obtener una ficha, luego se les solicita información y documentación del Registro Civil, del Registro Nacional, de la misma Caja Costarricense del Seguro Social y de otras instituciones, según corresponda. ¿Qué sentido tiene solicitarles esta información si está disponible para la Caja en sus propias bases de datos o mediante el acceso a otras instituciones como el Registro Nacional? Ello provoca que diariamente muchos costarricenses deban hacer ajustes en los respectivos lugares de trabajo para cumplir a cabalidad con sus obligaciones laborales.
En este contradictorio panorama, es fundamental que las autoridades gubernamentales y las de la propia Caja Costarricense de Seguro Social realicen una reflexión profunda sobre el curso que ha seguido el Expediente Digital y sobre la forma como se están administrando los servicios de salud, la cual debe servir para emprender las acciones políticas que conduzcan a una gestión eficiente y moderna, generar información estratégica sobre la salud y, sobre todo, para ofrecer a la población unos servicios acordes a sus requerimientos y a su dignidad como persona.
José Ángel Vargas Vargas