Lunes, 15 Junio 2015 05:58

Datos Alarmantes en la Producción Nacional de Granos Básicos.

Analizando el artículo del Lic. Mario Bermúdez, intitulado “La profunda transformación Agropecuaria que el Censo delató”, basado en el VI Censo Agropecuario Nacional, realizado en el año 2014, me encuentro un dato alarmante, tan solo un 6.9% de los terrenos utilizados para cultivos de labranza, de ciclo corto, que se siembran y cosechan en el mismo año, como el arroz, frijol y maíz, en comparación con el 12.5% terrenos, que se dedicaban a la siembra de dichos cultivos, en el año 1984.

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Cabe señalar que estos cultivos son básicos en la dieta del costarricense y que lamentablemente, el faltante es importado, para el caso del arroz, se importa un 60%, maíz blanco, un 90%, maíz amarillo para alimentación animal, un 100% y frijol un 80%.
Es importante destacar la caída vertiginosa, en el área sembrada de maíz y frijol. En 1984 representaba un 1.9 y 1.3 % respectivamente, de las fincas agrícolas y 30 años después, nos encontramos con una reducción del 70% para el maíz y un 62% para el frijol.
Para el caso del arroz, se pasó de un 2.8% a un 2.4% y la situación es diferente, debido a que muchos productores(as), se han asociado a grandes empresas productoras de arroz, como por ejemplo El Pelón de La Bajura, la cual le financia los insumos agrícolas, requeridos para la atención del cultivo y le deduce el crédito, una vez que le recibe (compra) la cosecha.
En otro orden de cosas, no es tan cierto, que los terrenos dedicados a la labranza, estén ocupados por cultivos permanentes como la caña de azúcar, café, ganadería, entre otros, muchos de esos terrenos se han urbanizado y otros se han reforestado voluntariamente (charrales y tacotales).
Para finalizar, es necesario y urgente fomentar la producción nacional con incentivos para los pequeños y medianos productores, de manera que podamos alcanzar los niveles de producción que teníamos en el año 1984, quizás no la misma área, pero con variedades de mayor rendimiento y/productividad, bajo el concepto de Soberanía y Seguridad Alimentaria.

Rafael Gerardo Piñar Ballestero