Lamentablemente, estas metas nacionales fueron sólo de tinta y papel. Al hacer el análisis de las metas nacionales, los resultados son desalentadores. Puntualmente enumero las metas con los principales resultados de las mismas, empezando por los avances positivos, que son pocos.
Inflación doméstica baja y semejante a la de los principales socios comerciales: Es la única meta que realmente se logró, en gran medida debido a la ausencia de presiones de demanda interna como el mismo Banco Central de Costa Rica, lo señala.
Reducción del crecimiento de la tasa delictiva: Pese a que no se tienen datos al 2011, el MIDEPLAN le asigna un avance positivo a partir de la reducción observada en el 2010 con respecto al 2009. Podría argumentarse que este avance positivo es muy discutible, pues no está respaldado por datos actuales.
Atención de 20 mil hogares en situación de pobreza: Pese a que el MIDEPLAN califica el avance de esta meta como positiva, la Contraloría General de la República emitió un informe en el que explica de manera larga y tendida la gran cantidad de deficiencias que se han dado y que imposibilitarán el cumplimiento de este objetivo.
Desempleo abierto de 6% al final del periodo: El desempleo en lugar de disminuir, aumentó de un 7,3% a un 7,7% del 2010 al 2011, por lo que el país se va alejando de tan importante meta en lugar de acercarse.
Crecimiento de la producción del 5%-6%: En el 2011 el crecimiento del PIB se desaceleró, pasando de un 4,7% en el 2010 a 4,2% en el 2011.
Mejoras en diversos índices: Dentro de las metas nacionales se fijan como objetivos la mejora en diversos índices calculados por organismos internacionales. Lamentablemente empeoramos en todos los índices en los que el gobierno propuso mejorar. En el índice de competitividad global, en lugar de mejorar 3 puestos caímos 5 puestos con las peores caídas registradas en lo relativo a infraestructura. En el índice de E-Government calculado por la ONU descendimos 12 posiciones. En Desempeño Ambiental calculado por la Universidad de Yale caímos de una nota de 86,4 a una de 69,2. Finalmente, sobre la meta de producir un 95% de la energía con fuentes renovables se retrocedió de un 93,5% en el 2009 a tan sólo 91,14% en el 2011.
Se concluye que sólo se logró la meta de baja inflación. Los demás resultados “positivos” son discutibles, en el mejor de los casos. Pero hay que preguntarse, ¿De qué le sirve a los costarricenses una inflación baja cuando el desempleo aumenta, el crecimiento económico disminuye, y el país retrocede en todos los índices de competitividad? PATRICIA PÉREZ HEGG