Miércoles, 28 Julio 2010 07:55

Los derechos humanos, un concepto bastante difuso e inexacto

No hay duda que todo ser humano, solo por esa condición, tiene una dignidad que debe ser respetada por todos sus demás congéneres y para este propósito, las constituciones políticas de muchos países tienen articulados que buscan garantizar su debida protección.  Un ejemplo es la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que busca resguardar la libertad, la justicia y la paz en el mundo y tiene por base. el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana.

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Quiero hacer algunas reflexiones sobre ciertos artículos de esa importante declaración.

El artículo primero dice: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. Este artículo, abiertamente, deja sin  protección a los seres humanos que todavía no han nacido, dejándolos fuera de la familia humana. En otros términos, el texto indirecta y falazmente deja entrever que quien no ha nacido, por esa circunstancia,  no es un ser humano, con su dignidad intrínseca y derechos iguales e inalienables. Esto no puede ser un error sino un horror.

Artículo tercero dice: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”. A pesar de que este artículo es contundente en que todo individuo tiene derecho a la vida, al igual que el anterior, se queda corto en asegurar y proteger a aquellos individuos que todavía se encuentran en el vientre y que no necesitan otra cosa más, que les den el tiempo necesario para desarrollarse y así poder nacer pero hasta entonces, no serán reconocidos como sujetos de la protección y derechos consagrados en la citada declaración.

Artículo quinto dice: “Nadie será sometido a torturas, ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”. Ante semejante y clara manifestación, debemos preguntarnos cómo se entiende este texto, cuando pensamos en los miles de abortos que diariamente se cometen en todo el mundo, negándoles el derecho a la vida a esos seres humanos que lo único que necesitan para ser iguales a cualquiera de nosotros, es tiempo, nada más. Por lo tanto, ya su dignidad humana está presente, desde el momento mismo, de su concepción y nadie debería atentar contra una de esas indefensas criaturas y pensar que no está cometiendo un homicidio o femicidio y mucho menos, debería existir legislación que exonera de tal responsabilidad a quienes abusiva y deshumanizadamente participen directa o indirectamente en un aborto..

Finalmente quiero referirme al artículo sétimo el cual sentencia que: “Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación”. ¿A caso no puede haber mayor discriminación entre dos seres humanos, que cuando se dice que uno lo es porque ya fue parido y el otro no, porque aún se encuentra en el vientre materno?

El mundo entero está inmerso en una descontrolada vorágine que amenaza su paz y hasta su existencia, donde priva la violencia y la falta de amor al prójimo. Las legislaciones nacionales e internacionales deberían ser la estrella que guie a todos los  seres humanos en el respeto eficaz y extensivo del inapreciable don de la vida.