1) Las empresas ubicadas en zonas francas no comercializan sus bienes en nuestro mercado, sino que toda su producción es para ser exportada.
2) El Impuesto sobre la Renta, ISR, fundamentalmente, de manera simplificada, se calcula a partir de hacer la resta de los Ingresos brutos, realizados a través de la comercialización en el mercado interno, menos los costos de producción y distribución de los bienes comercializados. Esto da el Beneficio neto, sobre el cual dependiendo del monto resultante se aplica el ISR.
3) Las zonas francas aportan al país: Puestos de trabajo para 82 mil personas, con un salario promedio de $1.551,00. Su aporte a la Caja Costarricense del Seguro Social es $515.000,00.
4) Dado que las empresas en zonas francas no comercializan en el país, sus ingresos para hacer frente a las diferentes obligaciones de pago, necesariamente, vienen de afuera.
Eso es un beneficio adicional de este tipo de empresas pues directa y mensualmente, aportan divisas que coadyuvan a que existan divisas en el Banco Central, para que el país pueda hacer pago a sus obligaciones en dólares.
Dado lo anterior, no parece sensato pretender gravar a las Zonas Francas con algún impuesto, aunque sea bajo cómo luce ser 0,01%.
Además es complejo ese cálculo, ya que esas empresas son internacionales y tienen otras unidades de negocio, en otros países, generando ingresos y costos.
Por lo tanto, sus ganancias son globalizadas, de ahí que 0,01% que para algunos podrían lucir hasta risible por "insignificante"; lo cierto es que, para un beneficio globalizado, la suma resultante sería muy importante.
Por otro lado, el programa de Zonas Francas, requiere de un permiso especial de la Organización Mundial del Comercio, OMC, por cuanto de alguna forma, es una competencia desleal para aquellos que no las tienen, ya que no pueden competir en igualdad de condiciones con quienes si gozan de exenciones en los paises donde se instalan.
Finalmente, en el mundo, dada la necesidad de puestos de trabajos, existen muchos países anuentes a dar concesiones aún mayores a las que nuestro país le otorga al programa de Zonas Francas.
Así que póngales tropiezos y cargas adicionales de cualquier índole y simplemente se van.
Y si eso pasa las empresas como tales no pierden nada con irse a otros lares pero Costa Rica perdería muchísimo si se fueran pues perdería todo.
Las Zonas Francas no escapan a lo miopía de quienes pretenden imponer impuestos a todo, aunque sea 0,01% de sus ganancias, tal como propone el precandidato del FA, diputado Edgardo Araya.
Al respeto de esta nueva intentona, conviene hacer las siguientes observaciones:
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