Ese tercer gol contra la selección del país donde hubo periodistas que se refirieron a Costa Rica como Costa Pobre. Lloré como miles más, con el gol de Bryan Ruiz contra Italia. Y grité y salté muchas veces con el penal que detuvo Keylor Navas al final, contra Grecia. Todos y todas, en Costa Rica, saltamos de la alegría cuando Michael Umaña nos dio el pase a cuartos de final. Vivo cerca de La Sabana. He vivido de cerca la locura de la capital con cada partido. Y me tocó vivir el partido contra Grecia entre Ciudad Neilly y San Vito de Coto Brus. Otra vez, me encontré con un país lanzado a las calles, un pueblo orgulloso de sus héroes. Estos triunfos del mundial no son, simplemente, victorias en el deporte rey. Qué va. Esto es una fiesta nacional, una confirmación de los valores del país, un encuentro de Costa Rica con lo mejor de su historia. Costa Rica mató gigantes. Acabó con dos ex campeones mundiales. Empató con un tercer ex campeón mundial y lo mandó para la casa. Se ha sobrepuesto a la adversidad. Ganó un partido después de jugar sesenta minutos con un jugador menos. Todo empezó cuando nos obligaron a jugar bajo la nieve en Estados Unidos. Y no aguantamos nada cuando nos ofendieron diciendo que nuestra selección era el comodín de su grupo en el mundial. Ante la ofensiva designación de Costa Pobre, un periodista argentino escribió un artículo que título Costa Riquísima. Eso es: este país es Costa Riquísima. El país que no tiene ejército. El país que cuida una cuarta parte de su territorio en parques nacionales y reservas biológicas. El país que inventó el solidarismo y le enseña a los trabajadores a ahorrar para salir adelante. El país que camina desde todo su territorio para pedirle a la Virgen de los Ángeles. El país que tiene pequeños paraísos, como Guanacaste. El país de Tortuguero y Corcovado, último reducto de bosque amazónico del continente. El país que tiene el río más limpio de América, el Savegre. El país de las esferas de piedra, únicas en el planeta. El país de los volcanes bellísimos, el cono perfecto del Arenal, el cráter gigantesco del Poás, las fumarolas del Rincón de la Vieja. El país de las aguas azules del río Celeste y el río Pénjamo. El país que le da lecciones de paz al mundo. Esto es Costa Riquísima. Mi país. El país que siento en las venas. El país que me hincha el corazón. Mi patria querida. Esta patria que tiene un grupo de héroes que le ganaron en el mundial a Uruguay e Italia. Esta patria que nos hace soñar con más triunfos. Qué viva esta patria tan pequeña, pero tan, tan, tan valiosa. Esta pequeña Costa Rica tan, tan, tan grande. La patria que nos regaló Dios como nuestro paraíso, nuestro cielo. ¡Qué viva nuestra linda, buena y amada Costa Rica!
Miércoles, 02 Julio 2014 08:33
Lo que significa este mundial para Costa Rica… ¡Costa Riquísima!
Escrito por Camilo Rodríguez ChaverriComo miles de costarricenses, lloré con el gol de Joel Campbell contra Uruguay, y volví a llorar con el gol de Óscar Duarte, el muchacho que nació en Nicaragua y se nacionalizó costarricense. No lo podía creer con el gol de Ureña, el muchacho de Palmichal, que salía a las cuatro de la mañana de su casa para ir a entrenar…