Viernes, 27 Mayo 2011 05:38

Lecciones de dignidad del fundador de una emisora y un periódico

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Hace unos días, el Banco Popular hizo un homenaje al fundador de Diario Extra, Extra TV 42 y América América, don William Gómez, con la presencia de los ex presidentes Abel Pacheco y Oscar Arias y el vicepresidente Luis Liberman y los ex ministros Francisco Antonio Pacheco, Ricardo Toledo y Rodrigo Arias.  El discurso de don William fue una verdadera lección de periodismo. Dijo que siempre hay que luchar para que las cosas que uno hace, queden bien, queden bonitas. Que en el periodismo no hay almuerzo gratis y que el periodista no puede venderse a los intereses de los grupos de presión. Que el periodismo tiene que fiscalizar lo público pero que no debe matar a nadie con sus denuncias, ni juzgar, ni condenar. Que las presiones de ciertos grupos pueden matar a cualquiera más rápido que un balazo. Que Costa Rica tiene buenas personas en la función pública, pero que a veces los periodistas pretendemos que se conviertan en “supermanes”. Yo asentía con la cabeza.
Don Francisco Antonio Pacheco, quien es de Alajuela, al igual que don William, explicó que el alajuelense es horizontal con la gente, igualitario y demócrata por naturaleza, y que todo eso caracteriza a don William y a su obra periodística, donde se le ha dado espacios a todos los sectores. El alajuelense tiene mirada crítica, desmitificadora. Así es la obra de William Gómez.
Luis Liberman destacó el que don William tuviera que haber trabajado desde muy joven, casi desde niño, como él mismo también lo hizo, ambos ayudándole al papá, dijo que esa formación en el trabajo fue fundamental para don William, y destacó su gran valentía como empresario, lo emprendedor que ha sido, lo ordenado y lo disciplinado que fue para levantar sus medios de comunicación.
Cuando terminaron los discursos, el presidente del Club Unión, José Francisco Aguilar, rompió el protocolo, se fue para la mesa principal, tomó el micrófono y contó que cuando el Club Unión estuvo en crisis, fueron a pedir ayuda en los medios donde compraban publicidad, les dieron la espalda. Y que el único que les ayudó, les tendió la mano, les abrió las páginas de sus periódicos, los espacios de su emisora y su canal, fue William Gómez. Él sintetizó la grandeza de este hombre, dueño del emporio del periodismo popular, para el pueblo, para la clase trabajadora, dueño del periódico que puso a leer y a informarse a los peones del campo y de la construcción, a los guardas, a las trabajadoras domésticas, la grandeza del hombre que, a pesar de enfocarse en la clase baja y la clase media, le tendió una mano al club más encopetado, al ícono de los cafetaleros de antaño, le dio apoyo cuando más lo necesitaron. A quienes el Club Unión compraba publicidad, esos le dieron la espalda. Sólo don William les tendió un puente, aunque nunca habían comprado pero ni un anuncio en Diario Extra. Sólo un gran demócrata, sólo una gran persona, sólo un ser excepcional hace algo así.
Hace unos días, el Banco Popular hizo un homenaje al fundador de Diario Extra, Extra TV 42 y América América, don William Gómez, con la presencia de los ex presidentes Abel Pacheco y Oscar Arias y el vicepresidente Luis Liberman y los ex ministros Francisco Antonio Pacheco, Ricardo Toledo y Rodrigo Arias.
El discurso de don William fue una verdadera lección de periodismo. Dijo que siempre hay que luchar para que las cosas que uno hace, queden bien, queden bonitas. Que en el periodismo no hay almuerzo gratis y que el periodista no puede venderse a los intereses de los grupos de presión. Que el periodismo tiene que fiscalizar lo público pero que no debe matar a nadie con sus denuncias, ni juzgar, ni condenar.
Que las presiones de ciertos grupos pueden matar a cualquiera más rápido que un balazo. Que Costa Rica tiene buenas personas en la función pública, pero que a veces los periodistas pretendemos que se conviertan en “supermanes”. Yo asentía con la cabeza.
Don Francisco Antonio Pacheco, quien es de Alajuela, al igual que don William, explicó que el alajuelense es horizontal con la gente, igualitario y demócrata por naturaleza, y que todo eso caracteriza a don William y a su obra periodística, donde se le ha dado espacios a todos los sectores. El alajuelense tiene mirada crítica, desmitificadora. Así es la obra de William Gómez.
Luis Liberman destacó el que don William tuviera que haber trabajado desde muy joven, casi desde niño, como él mismo también lo hizo, ambos ayudándole al papá, dijo que esa formación en el trabajo fue fundamental para don William, y destacó su gran valentía como empresario, lo emprendedor que ha sido, lo ordenado y lo disciplinado que fue para levantar sus medios de comunicación.
Cuando terminaron los discursos, el presidente del Club Unión, José Francisco Aguilar, rompió el protocolo, se fue para la mesa principal, tomó el micrófono y contó que cuando el Club Unión estuvo en crisis, fueron a pedir ayuda en los medios donde compraban publicidad, les dieron la espalda. Y que el único que les ayudó, les tendió la mano, les abrió las páginas de sus periódicos, los espacios de su emisora y su canal, fue William Gómez. Él sintetizó la grandeza de este hombre, dueño del emporio del periodismo popular, para el pueblo, para la clase trabajadora, dueño del periódico que puso a leer y a informarse a los peones del campo y de la construcción, a los guardas, a las trabajadoras domésticas, la grandeza del hombre que, a pesar de enfocarse en la clase baja y la clase media, le tendió una mano al club más encopetado, al ícono de los cafetaleros de antaño, le dio apoyo cuando más lo necesitaron. A quienes el Club Unión compraba publicidad, esos le dieron la espalda. Sólo don William les tendió un puente, aunque nunca habían comprado pero ni un anuncio en Diario Extra. Sólo un gran demócrata, sólo una gran persona, sólo un ser excepcional hace algo así.