Jueves, 24 Octubre 2013 05:27

La humanidad del no nacido

Cuando se dialoga acerca de técnicas o procedimientos que afectan al niño no nacido, normalmente la "reflexión" se realiza desde las circunstancias y no desde la esencia o identidad del ser humano. Y desde ahí empiezan las dificultades y las injusticias.

ESCUCHAR COMENTARIO


Se nos pide que consideremos si el embarazo es fruto de una violación, o si el bebé tiene una malformación incompatible con la vida o una presunta "discapacidad" como el síndrome de down.
Pero en relación con el aborto, la pregunta central sería: ¿Cuál es la identidad del no nacido? Más sencillo aún: ¿qué es el no nacido?
Y es que si el aborto elimina a un ser humano, entonces ninguna circunstancia es válida para permitirlo, pero, si por el contrario, el aborto no mata a un ser humano, entonces da lo mismo, desde una dimensión ética, el extraer una muela que provocar un aborto
¿Es humano el no nacido? La evidencia científica al respecto es abrumadora, y lo es en el sentido de que ratifica y confirma con seriedad lo siguiente:
1- La ley de la biogénesis indica que los seres vivos se reproducen de seres vivos. Necesariamente el no nacido es un ser vivo pues es procreado gracias a la unión sexual de dos seres vivos.
2- También podemos decir que los seres vivos se reproducen de acuerdo con su especie. No es por tanto, un ser humano en potencia, sino un ser humano con potencial y, por tanto, es plenamente humano.
3- A partir de la unión del óvulo con el espermatozoide, momento que se conoce con los nombres de concepción o fertilización, tanto el óvulo como el espermatozoide dejan de existir, dando lugar a un nuevo ser, con un código genético de 46 cromosomas que es propio y exclusivo de los seres humanos, distinto al de los padres y que, además, tiene un desarrollo y crecimiento propios de un ser humano. Es decir, no se desarrolla para llegar a ser un ser humano sino que se desarrolla porque es un ser humano. Todas las fases del desarrollo intrauterino que experimenta son fases propias de un ser humano. Crece y se desarrolla de acuerdo con su humanidad.
Esta evidencia nos demuestra que el no nacido es necesariamente un ser vivo y es plenamente humano.
Es por ello alentador, que para finales de octubre en nuestro país se celebre el Primer Congreso Nacional Por la Vida y la Familia. Bajo el lema “es hora de actuar”, los costarricenses tendremos la posibilidad de conocer con especialistas nacionales y extranjeros, los eufemismos y engaños utilizados actualmente para promover políticas antivida.
Sí, es hora de actuar, hora de defender lo que como ticos siempre hemos atesorado la vida y la familia.

Luis Fernando Calvo