Costa Rica tiene esperanza en los jóvenes, para la dirección de un país que ya estará pronto en sus manos. Ellos deberán a la vuelta de la esquina, asumir la dirección, no solo de empresas sino de ministerios e instituciones públicas. Y además deben ser capaces de participar activamente en las campañas políticas, para escoger con dialogo permanente , los nuevos dirigentes. Aquí la calidad de la participación interesa mucho.
El asumir la responsabilidad nacional implica, prepararse para la gobernabilidad innovadora de este país, que muchas veces no puede seguir con más de los mismo. Ni la educación, ni las universidades, ni los gerentes, pueden hacer lo mismo, todos tenemos que replantearnos como innovar más , y como ser mejores ciudadanos.
A los que les llegó la carta de la independencia en 1821, tampoco estaban preparados, eran jóvenes, maestros gente humilde que asumió responsabilidad al igual que lo deben hacer los jóvenes de hoy.
El molino de las responsabilidades no se detiene, sigue adelante y Costa Rica no puede improvisar ninguna de sus funciones. Partidos políticos, universidades,profesores universitarios y padres de familia deben ver este camino con claridad, pues son motores fundamentales de cambio.
La independencia patria nos lleva a un corto relampagueo con la historia.Y es frente a esto hitos y dificultades donde debe reflejarse la juventud de nuestro país. Para muchos ya la hora de las responsabilidades inició y no más que seguir adelante con optimismo. Ellos los jóvenes ,deben enfrentarse con las realidades positivas que tiene nuestro país y con los los retos de inseguridad, narcotráfico, embotellamiento vial, violencia y burocracia que enfrenta el país.
Este maravilloso país tiene grandes éxitos pero también tiene inmensas responsabilidades que no están concluidas o se dificultan cada vez más.
Los tiempos futuros están llenos de retos.Nuestra educación merece más vitalidad, nuestra universidad más internacionalización y en el desarrollo local hay liderazgos muy valioso que deben tener fe, esperanza y trabajo en esta fiesta nacional, en la que Costa Rica merece un nuevo empuje.