Es una obra maravillosa. Pero también es heroico lo que se hace desde los quirófanos, las unidades móviles, las clínicas de cuidados paliativos, las salas de emergencias abarrotadas y en caos, las salas hospitalarias con camas de más y con personas en camillas a la orilla de corredores…
Hay médicos que son como ángeles en la vida de las personas. Un médico se convierte en un aliado de Dios en su lucha por defender a alguien ante la muerte. Recuerdo a un médico que sacó de ese último paso, ante la muerte, a una tía mía. Yo estaba ahí. Lo vi salir exhausto, agotado. Venía de una verdadera batalla. Recuerdo a la doctora Laurito atendiendo a mi tío José, desecho por un cáncer. Fue un ángel. No me alcanzan las palabras para darle las gracias. Esa es la realidad de los médicos. Muchos vienen de familias de escasos recursos y tienen que hacer hasta lo indecible para terminar sus estudios. Aquí hay médicos que son hijos de obreros, como el doctor Carlos Marín, el orgulloso retoño de “Piel Roja”, un chofer de bus, o el doctor Carlos Jiménez Herrera, hijo de un conserje de la Escuela de Medicina de la Universidad de Costa Rica. Puedo mencionar aquí cien nombres. La vida del médico es una vida de sacrificio y entrega desde que es un estudiante y hasta que se jubila. No es lo que pretende decir algún medio de prensa con afán de destruir a la Caja. Al atacar los medios, atacan a la columna vertebral del sistema de salud del país, pues conforman los médicos el alma de una institución que es la base de la paz social y el bienestar en Costa Rica.
¿Qué sería de Costa Rica sin la Caja? Costa Rica no sería ni un remedo de lo que es si no tuviera a esta institución, que quieren destruir porque la salud puede ser un gran negocio. Tergiversar la realidad y destruir la honorabilidad de los médicos no tiene otro objetivo que destruir a la institución que los tiene a ellos y ellas como estructura viva y vital. Si queremos conservar la esencia de Costa Rica, su espíritu, su afán de justicia social, debemos salvar a la Caja Costarricense del Seguro Social. Y para salvar a la Caja, hay que dejar en paz a los médicos, que sigan trabajando y salvando vidas, que es lo único que hacen, que es lo que saben hacer, y que hacen en Costa Rica tan bien que nos tienen entre los mejores países del mundo en este campo, que no es otra cosa que la salud, la vida, el bienestar, la felicidad, la integridad, lo más sagrado de la sociedad, lo más excelso del ser humano.
Lunes, 01 Agosto 2016 08:26
Grandeza profesional de los médicos costarricenses…
Escrito por Camilo Rodríguez ChaverriHe recorrido los rincones del país con dos tareas: tomar fotos de templos católicos y seguir los pasos de los médicos que trabajan en los pueblos más remotos y pobres. Y no sólo son heroicos los esfuerzos de los médicos en Tortuguero, Sierpe, Drake, Telire, Mrusara (se lee Marusana), La Casona, Boruca, Bajo Bley, Térraba, Alto Laguna y Punta Burika. Conozco y he documentado lo que hacen los médicos en estos lugares.
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