Pasaron los años, suscribimos Tratados de Libre Comercio con todo el mundo, principalmente con EEUU, nuestro mayor comprador, mercado relativamente cercano y con una moneda estable, sin embargo con la crisis inmobiliaria del país del norte, de la cual no se la han superado completamente,- viven del crédito,- hubo que correr con la China y la Unión Europea.
Al día de hoy la China ha restringido parcialmente sus compras del extranjero y apuesta a fortalecer mas su economía interna, al igual que lo anuncio el año pasado Inglaterra con la salida de la Unión Europea, acontecimiento más conocido como el Brexit.
Hoy, con el nuevo gobierno de los Estados Unidos, están apostando al proteccionismo, a volver la mirada hacia adentro y restringir las importaciones, el Tratado de Libre Comercio con Canadá y México está sobre la mesa de discusión, es mas esas dos naciones, aparte de EEUU están interesados en revisarlo o incluso dejarlo sin efecto, en otras palabras estamos a las puertas de un nuevo Brexit a la “Norteamérica”.
Ciertamente los mercados orientan cualquier economía, pero Costa Rica no puede seguir dependiendo solo de lo que resuelvan las grandes potencias, tenemos que buscar nuestras propias soluciones, un plan B, primero debemos ser autosuficientes con lo que consumimos, no es posible que siendo aun un país altamente agrícola importemos nuestra comida, bajemos los costos a los productores de arroz y frijoles y luego hablemos de precios, Uruguay,país de Sur América que se levanta, aposto a la agricultura, es de los mayores productores de soya del mundo y crece.
Busquemos otros productos como carnes, lácteos, frutas, vegetales,-con valores agregados- por citar algunos, y pensemos en otros mercados supletorios, sean Centroamérica, Caribe y Sur América, no esperemos que nuestro destino lo fije el tío San, América nunca ha sido importante para el norte, salvo para el tiempo de la guerra fría por interés político, por eso, tomemos nuestras propias decisiones y trabajemos más, produzcamos más, exportemos más y distribuyamos mejor, si queremos democracia para muchos años, trabajemos con eficiencia y eficacia. Hora de la excelencia productiva.