Lunes, 07 Julio 2014 12:32

Ética profesional y ejemplos que enseñan

En este país, con frecuencia, la tentación de la mediocridad es muy fuerte. Por ello, la reflexión en torno a la ética profesional no sobra.

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Cuando se piensa en la ética se piensa en un saber reflexivo que, desde un ideal general, se refiere a la rectitud de los actos humanos desde principios de naturaleza racional. La propuesta es, por tanto, de principios y el criterio de bondad o maldad es qué tanto se promueve o no la dignidad de la persona humana entendida a la manera del gran pensador Boecio.

Aterrizar la ética general al mundo profesional nos lleva a plantear un deber ser que lleva al profesional, de cualquier campo, a saber-hacer-bien. Esto es, se trata de mostrarse siempre deseoso de hacer el trabajo bien y con excelencia, compitiendo contra sí mismo y rompiendo con lo que algunos llaman el “ethos burocrático”.

En ética el método es deductivo-inductivo y se advierte que no es conveniente que el deber ser lo determine el ser, esto es, la praxis de la mayoría. Aquí los criterios de mayoría son peligrosos, por ejemplo, cuando se trata de hacer regla aquello que dice: “si todos los hacen pues debes también hacerlo”. Llevado esto al robo o el abuso, pues sería fatal para cualquier sociedad.

En la dimensión pedagógica de lo ético, es claro que la mejor manera de enseñar el ideal es, a partir de un empeño especial por acercarse a los jóvenes y a los menos jóvenes, con una serie de testimonios en la mano de que vale la pena ser bueno, exigente, excelente y que es clave no pactar nunca ni con la mediocridad ni la corrupción.

Las palabras convencen pero el ejemplo arrastra. Esta expresión es clave y no se debe olvidar nunca.

En las últimas semanas hemos tenido algunos de esos ejemplos en medios de comunicación muy evidentes. Veamos dos de ellos.

En CNN y en alguna entrevista local hemos tenido la ocasión de oír y ver el ejemplo y la palabra contundente de una mujer que, sin ser costarricense, ha tomado para sí lo mejor de nosotros y nos ha enseñado lo mejor de su nacionalidad. Doña Inés Sánchez, mas de 51 años en nuestra pantallas y con un empeño marcado por la disciplina y la excelencia, nos enseña día a día cómo se logra la cima: con trabajo, empeño y una fe a prueba de todo.

El otro ejemplo es colectivo. Un equipo de fútbol que llega a un mundial y se muestran como lo que nadie creyó: valientes, disciplinados y excelentes. Tres valores que nunca el costarricense debe perder de vista si desea llegar a alguna parte en la vida.

Que estos ejemplos nos aleccionen y ayuden mejor a hacer todo bien y con la excelencia que nos impida ser mediocres en la vida y la labor profesional de cada día.