Teníamos años de no ver una actuación , tan absurda y , tan pocointeligente. El hecho de retirarse de la sesión cuando el Presidente de Brasil iniciaba su mensaje, fue un desaire, una protesta directa, un rechazo inoportuno contra un gobierno amigo y en materia diplomática, valen tanto las acciones de fondocomo las de forma.No podía actuar a título personal, nos representaba, no podía improvisar ni arribar a ocurrencias y sobre todo no debía actuar orientado por causales hepáticas. Desde el punto de vista diplomático, su accionar fue desafortunado e inapropiado, digno de vergüenza nacional.
Las consecuencias directas de esa actuación circense nos ponen a la par de gobiernos dictatoriales de la región, de clara orientación comunista, de gobiernos que irrespetan los derechos humanos y que atacan permanentemente la paz del continente.
Desde nuestra independencia, recién celebrada, Costa Rica ha sido un país democrático, pacifico, de respeto a los derechos humanos, en el año de 1969 se aprobó aquí el Pacto de San José, más conocido como la Convención Americana sobre Derechos Humanos,, aquí está la sede de la Corte Internacional, nuestros gobiernos aprobaron un Plan de Paz para Centroamérica en el pasado,, se aprobó la Proclama de Neutralidad que nos aleja de tomar partido en materia ideológica, ni derecha ni izquierda, promovemos la democracia; proclama esta que el actual Presidente convirtió en ley hace dos años y con la infantil actuación ante la ONU, tiro por la borda todos estos principios y derechos, lo más grave, nos enfrentó a la economía más grande de América Latina que es Brasil, en esto no se valen los errores.
El señor Presidente le debe una disculpa a la ciudadanía costarricense por su craso error , y el señor canciller, si tiene un mínimo de dignidad debería renunciar.
Firme Costa Rica,no es de recibo la violación al derecho, a la paz y a la democracia.