Si bien este mundo tiene muchas ventajas para todos, también hay predadores digitales que, cual lobos rapaces, andan a la caza de nuestros niños y niñas. En Alajuela, por ejemplo, una jovencita de 14 años había posteado en su Facebook la palabra “fiesta”, luego de haber sido contactada mediante Whatsapp por un sujeto que la engolosinó para trabar reunión con ella. La muchacha salió de su casa después del alegre “clic” en su red social, y nunca más regresó: luego apareció asesinada por estrangulación, en una bolsa plástica. En Estados Unidos, un experimento social con tres niñas de entre 12 a 14 años nos muestracómo ellas se fueron de bruces por un confite digital con cualquier extraño.Luego de contactarlas por cuatro días con un perfil falso de Facebook, le dieron al “extraño” información íntima, que incluía las direcciones de sus casas, la situación de sus papás, es decir, si estaban o no, o si dormían o no; para finalmente hacer el contacto personal con aquel, ante la mirada atónita e incrédula de sus progenitores.
Las personas menores son sujetos plenos de derecho y pueden ejercer su autonomía como seres humanos libres, lo que incluye su privacidad. Empero,definitivamente, no pueden hacer lo que quieran. Los padres deben hacer uso delos derechos inherentes a la patria potestad para ayudar a sus hijos a encarrilarse en el complicado tren de la vida actual, con inteligencia, con moralidad y, sobre todo con seguridad.
Por ese motivo y en relación con su derecho a la intimidad en el mundo digital, he presentado el proyecto de Ley para la protección integral de la privacidad de las personas menores de edad en los medios virtuales, con el que consagramos el derecho de los menores a su privacidad, sí..., pero sin menoscabo del derecho y la obligación de sus progenitores o encargados de velar por ellos, amén de su patria potestad.
El proyecto le exige a los menores mantenerse alertas e informar a sus padres cuando reciban información de un desconocido, o de un conocido, pero que resulte nociva o peligrosa, y se obliga a que los perfiles de los menores de 15 años sean totalmente privados. A los padres se les exige que desarrollen un adecuado proceso educativo e informativo sobre los peligros a los que se ven expuestos sus hijos en la red;que velen por el cumplimiento de las obligaciones de sus hijos en la materia y que colaboren con el estado en las campañas de concienciación que este desarrolle.Enseñémosles a nuestros hijos e hijas sobre las bondades de la red, desde luego, pero alertémoslos sobre los peligros que este mundo digital representa para ellos.
FABRICIO ALVARADO
DIPUTADO.