Los empresarios, por definición, somos optimistas. Estamos convencidos que si al gobierno le va bien, a todos nos irá mejor. Somos además actores responsables, comprometidos con el desarrollo del país y el bienestar de los costarricenses.
A solo días de haber sido electo como nuevo presidente de Costa Rica, le entregamos al mandatario Solís un documento con 10 propuestas que, a criterio de los empresarios, deberían ser atendidas para mejorar la situación del país en áreas como empleo, educación, energía, competitividad, infraestructura y gobernabilidad.
Algunas de ellas esperamos sean atendidas en el recién conformado Consejo Presidencial de Competitividad e Innovación, tras un acuerdo del Poder Ejecutivo y la Unión de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (UCCAEP).
Otras, como la matriz energética, serán analizadas de forma multisectorial en las mesas de diálogo convocadas por el Ministerio de Ambiente y. Esperamos que de ahí salgan propuestas serias y pensando en el beneficio para el consumidor, tanto residencial como empresarial.
Pese a estos avances, es necesario mejorar en la seguridad jurídica y el clima de negocios. Una reciente encuesta de la Unión de Cámaras reveló que actualmente el empresariado está ayuno de confianza debido a un lento crecimiento económico y una situación fiscal. La calificadora de riesgo Moody’s dio el primer aviso al rebajar la nota a Costa Rica. Esto repercutirá, inevitablemente, en un costo más alto de la deuda para el sector público y para el sector privado. Conseguir financiamiento del exterior le saldrá más caro tanto al gobierno como a las empresas y a las familias costarricenses.
UCCAEP ha insistido en los últimos años en la necesidad de una reforma fiscal integral, que no solo modifique los impuestos como el de ventas al Impuesto al Valor Agregado (IVA), sino que se cobren mejor las cargas a quienes producen en la informalidad y que se reduzca la tendencia automática al crecimiento del gasto público. Como sector empresarial, estamos seguros de que si todos los actores nos ponemos de acuerdo con un interés nacional, dejando atrás las ideologías, podríamos generar un punto de inflexión que desatore las amarras y allane el camino hacia el desarrollo que todos anhelamos.
Ronald Jiménez Lara
Por el bien de nuestro país, y el de todos los costarricenses, cada vez que inicia una nueva Administración las expectativas son altas. Esta vez no es la excepción, a pesar de que se trata del primer gobierno de un partido relativamente nuevo en el acontecer nacional. Sin embargo los retos son enormes; por la falta de experiencia, por la promesa del cambio, y porque cuenta quizá con la Asamblea Legislativa más fraccionadas de la historia del país.
