En una democracia funciona o debe funcionar un sistema de partidos políticos, al menos permanentes, programáticos y democráticos, con organización inclusiva y reglada vía estatutos y lo mas importantes con un programa, con un ideario, con un plan de trabajo previamente definido en sus distintos Congresos Ideológicos como lo exige nuestro Código Electoral y su propósito es tener acceso al poder para transformar las realidades políticas, económicas y sociales en beneficio de todos.
Han de tener como principio y fin el ser humano, el ciudadano, de carne y hueso, que ha depositado su confianza y soberanía en el Estado, medio para cumplir y desarrollar los fines públicos, deberá la organización gubernamental elaborar las políticas públicas de desarrollo económico, planes de reactivación de la economía con una justa distribución social no solo de los beneficios de la producción sino de los servicios básicos que está obligado a mantener en forma permanente, ininterrumpida y continua, persona y sociedad son los fines últimos de la política y a la vez principio que la fundamenta.
No se trata de administrar siquiera, se trata de gobernar, de mejorar sus condiciones de vida, de elevarlo a estadios más altos en materia económica y espiritual, vivimos en sociedad para perfeccionarnos todos, para mejorar y crecer en todos los ámbitos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos , de la cual somos signatarios toda vez que se suscribió en San José en 1979, obliga al Estado a ejecutar un buen gobierno para los administrados y establecer una sana economía, el tema de los controles y la eficacia son mecanismos que no se encuentran detallados y por lo general no se cumplen.
El ordenamiento jurídico público, regula todo lo descrito, sistema, valores, principios, derechos, obligaciones, funciones, limitaciones al Estado y su respeto a la ley, estas deben ser modernas, con visión de futuro, sin contradicciones, sin situaciones innecesarias, igualmente nuestra Carta Magna, la norma fundamental , debe ser moderna, con visión de futuro, hoy por hoy nos regula una Constitución del siglo 18, donde imperaba otra cultura, necesidades, prioridades y en general era otro país, tenemos derecho a escoger nuestras normas que nos regulen, no podemos vivir el futuro con ojos del pasado, urge una Constituyente, una nueva Carta Magna, una modernización del Ordenamiento Jurídico Publico, simplificando el exceso, lo repetitivo, lo contradictorio y lo obsoleto
HORA DE SOÑAR EN GRANDE, hora de hacer.
No se trata de hacer un grupo de amigos para ganar una elección, ganar por ganar, el poder por el poder, no se trata de meros aspectos electorales, sin programas, sin ideas, sin derroteros, no.
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