Cada año al recodar esta fecha muchas emociones nos embargan: la alegría al sabernos parte de la patria, el orgullo de ser una tierra que ha aportado mucho al desarrollo económico y a la identidad nacional... Pero también sobrevienen otros sentimientos como la tristeza, al descubrirnos aún como una de las provincias con mayor rezago económico, con los más altos índices de desempleo y con una pobre infraestructura.
Muchas comunidades de Guanacaste se sienten aisladas de las oportunidades, los jóvenes no tienen incentivos para quedarse en la provincia al terminar sus estudios, pues no hay fuentes de empleo o créditos accesibles para desarrollar sus propias empresas.
La provincia rica en recursos naturales contrasta con las difíciles condiciones de muchas familias quienes sortean el día a día para garantizarse su sustento.
En Guanacaste todavía existen comunidades rurales que no han tenido acceso a servicios básicos y esto les ha generado que hayan estado privadas de las ventajas que permite el desarrollo. Conscientes de esta realidad, la Cooperativa de Electrificación Rural de Guanacaste, R.L. con el apoyo del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) firmaron un convenio hace un año precisamente, para dar respuesta a casi 300 familias quienes en sus hogares no disfrutan de este servicio que tan importante es para elevar la calidad de vida de los seres humanos.
"Luz para todos" es un proyecto mediante el cual hemos logrado que comunidades remotas y aisladas puedan ahora disfrutar de la energía eléctrica y soñar con tener: escuelas, centros médicos, agua potable y otros servicios que son posibles gracias a la electricidad.
La inversión de dotar a 29 pueblitos de servicio eléctrico no es nada desdeñable, la cooperativa y el IMAS la han asumido de forma equitativa. El llegar a estas comunidades es una muestra más de que el modelo eléctrico solidario permite llegar a lugares donde la rentabilidad no es un factor que nos detenga.
La electricidad abre camino y COOPEGUANACASTE, R.L. lo sabe pues por más de 48 años ha abierto brecha para las comunidades llegando a sitios de difícil acceso, más allá de las vicisitudes técnicas y los costos financieros.
Esta solidaridad bien ha valido la pena. Costa Rica se ha construido solidaria y Guanacaste también ha sido forjada así desde sus cimientos. Celebremos la anexión defendiendo los valores entrañables que nos han formado y ese derecho a tener una sociedad inclusiva.
Levantemos hoy una vez más la bandera de Guanacaste y la de Costa Rica, para dar testimonio de que es posible construir prosperidad y futuro dejando atrás la desesperanza. Que la solidaridad sea siempre nuestro camino ese capaz de tender puentes hacia nuestra gente.
Marisol Arias Murillo, COOPEGUANACASTE, R.L.