Jueves, 10 Marzo 2011 03:39

El INA y CANARA

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Hace unos años, pasé varios meses haciendo un reportaje por semana sobre diversos cursos o módulos del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA). Recuerdo que me sorprendió la gran capacidad de diversificación y de penetración rural de esta institución. El INA es una institución estratégica, que impulsa el desarrollo de Costa Rica. 100 mil costarricenses pasan todos los años por sus módulos. Nuestro desarrollo debe pasar por dos caminos: la formación de excelentes técnicos, expertos en oficios, porque el país no puede esperar que todos y todas vayan a la universidad, y porque el INA a través de los oficios es el gran aliado que tiene el país para combatir la deserción escolar, y el segundo camino es la formación bilingüe. De nuevo, el INA es fabuloso para este objetivo, porque esas 100 mil personas que pasan por la institución no pagan ni un colón por sus cursos ni por sus materiales. El gran problema que tenía el INA es que las personas no se graduaban. Entraban, hacían algunos cursos y punto. Por ejemplo, en el año 2005 sólo dos mil quinientas personas se graduaron y en el 2006, 2800, de 100 mil que estudian en el INA. Eso ya se resolvió, y el año pasado, el INA graduó a 35 mil técnicos, 14 veces más que hace sólo tres años.
Ahora, el INA fue fundamental en la lucha contra la crisis de la que aún no salimos. Firmó convenios con cámaras, como la Cámara Nacional de Radio, la Cámara de Agricultura y la Cámara de Industrias, y gracias a esta alianza, se acercaron a las empresas para que cinco mil costarricenses que estuvieron en peligro de perder el trabajo, pudieran emplear algunas horas de su jornada laboral para capacitarse. Además de que en el INA nadie paga, por lo que todos y todas tienen beca, también hay ayudas económicas especiales para determinados grupos. Luego, parte de esas ayudas se destinaron para apoyar a esas 5 mil personas que se capacitarán en el INA. ¡Excelente!
Es una estrategia ingeniosa para maximizar la capacidad de las personas en medio de la crisis. Felicito al INA y a CANARA, porque encuentro entre ambas instituciones una verdadera alianza, a través de convenios, para combatir la difícil situación que vive el país, por culpa de una crisis internacional de la que no somos culpables. Con esta estrategia se demuestra que dulces pueden ser los frutos de la adversidad, como escribió Shakespeare en una de sus obras inmortales.
Hace unos años, pasé varios meses haciendo un reportaje por semana sobre diversos cursos o módulos del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).
Recuerdo que me sorprendió la gran capacidad de diversificación y de penetración rural de esta institución. El INA es una institución estratégica, que impulsa el desarrollo de Costa Rica. 100 mil costarricenses pasan todos los años por sus módulos.
Nuestro desarrollo debe pasar por dos caminos: la formación de excelentes técnicos, expertos en oficios, porque el país no puede esperar que todos y todas vayan a la universidad, y porque el INA a través de los oficios es el gran aliado que tiene el país para combatir la deserción escolar, y el segundo camino es la formación bilingüe. De nuevo, el INA es fabuloso para este objetivo, porque esas 100 mil personas que pasan por la institución no pagan ni un colón por sus cursos ni por sus materiales. El gran problema que tenía el INA es que las personas no se graduaban. Entraban, hacían algunos cursos y punto. Por ejemplo, en el año 2005 sólo dos mil quinientas personas se graduaron y en el 2006, 2800, de 100 mil que estudian en el INA. Eso ya se resolvió, y el año pasado, el INA graduó a 35 mil técnicos, 14 veces más que hace sólo tres años.
Ahora, el INA fue fundamental en la lucha contra la crisis de la que aún no salimos. Firmó convenios con cámaras, como la Cámara Nacional de Radio, la Cámara de Agricultura y la Cámara de Industrias, y gracias a esta alianza, se acercaron a las empresas para que cinco mil costarricenses que estuvieron en peligro de perder el trabajo, pudieran emplear algunas horas de su jornada laboral para capacitarse. Además de que en el INA nadie paga, por lo que todos y todas tienen beca, también hay ayudas económicas especiales para determinados grupos. Luego, parte de esas ayudas se destinaron para apoyar a esas 5 mil personas que se capacitarán en el INA. ¡Excelente!
Es una estrategia ingeniosa para maximizar la capacidad de las personas en medio de la crisis. Felicito al INA y a CANARA, porque encuentro entre ambas instituciones una verdadera alianza, a través de convenios, para combatir la difícil situación que vive el país, por culpa de una crisis internacional de la que no somos culpables. Con esta estrategia se demuestra que dulces pueden ser los frutos de la adversidad, como escribió Shakespeare en una de sus obras inmortales.