Sábado, 09 Julio 2016 05:51

El gran legado de don Franz Ulrich

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Don Franz Ulrich (qdDg) fue un suizo que llegó a Costa Rica a trabajar en comercialización de café. Trabajó con Don Chico Orlich, ex presidente de la república. Después estuvo a cargo de la administración de canal 11.

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Posteriormente compró una finca a las orillas del Lago de Arenal e instaló una lechería. Decoró las instalaciones como si estuviera en Suiza. La gente pasaba a tomarse fotos. Así nació la idea de crear un hotel. Nació el Hotel Los Héroes, que conocí hace casi veinte años. No preciso la fecha, pero sé que tenía 21 ó 22 años. (¡Ahora tengo 40!) Lo sé porque lo conocí una vez que fui a participar en unas fiestas de Tilarán, uno de mis pueblos favoritos. El pueblo del viento que despeina al paisaje. Años después, conocí a don Franz. Era un hombre muy emprendedor y muy crítico. Pasé muchas horas conversando con él, mientras me comía el verde del paisaje con los ojos. Esa zona es una de mis regiones favoritas. Es bellísima.
Del hotel, hay que destacar el templo, el tren que trajo de Suiza y el restaurante giratorio. Con respecto al restaurante, entiendo que es el único en el país. Que me disculpe quien tenga otro. Que me disculpe porque lo ignoro. En lo más alto de la finca, uno se sienta en ese restaurante y va dando vuelta. Tiene una panorámica de 360 grados. De nuevo, me disculpo si esa no es la forma correcta de expresarlo. El punto es que uno le da vuelta al restaurante y a la cima de la finca mientras desayuna, almuerza o cena. Es obra de un gran talento e ingenio.
Por supuesto que lo más llamativo para mí es el templo. Lo considero el segundo templo más hermoso de la provincia de Guanacaste, sólo superado por el templo de la comunidad de Cuipilapa de La Fortuna de Bagaces, del que debo escribir pronto, Dios primero. Mención aparte merecen los templos coloniales de Nicoya y Liberia. Don Franz y su esposa construyeron este templo en su hotel en honor a San Judas Tadeo, santo de las misiones imposibles. Su hija sufrió un accidente en España y estuvo a punto de morir. Don Franz y su compañera de vida, que además fue la compañera en la construcción de este sueño con alas que es el Hotel Los Héroes, prometieron construir un templo si su hija se salvaba. Así fue.
El templo tiene unas pinturas preciosas en el cielo raso y al fondo del altar. También me gustan los vitrales, el reloj y la cúpula. El Hotel Los Héroes es un lugar único en su estilo. Es un lugar para ir a perderse del mundanal ruido y aportarle magia a la vida. En el cielo, Dios tiene a don Franz Ulrich manejando un trencito suizo. Lleva y trae a ángeles y santos entre nube y nube, en el paisaje azul de sus sueños.