En la Asamblea Legislativa existen proyectos de ley que pretenden legalizar la Fecundación in Vitro, imponer planes de Salud Reproductiva que abren la puerta al aborto, y legalizar las uniones homosexuales que, a futuro, podría favorecer la tutela de niños por parte de estas parejas. Algunos, sobre todo aquellos con un interés particular en dichos temas, los intentan justificar etiquetándolos como “derechos humanos”.
Si algunas sociedades modernas consideran como un derecho humano el llamar “productos” a los bebés no nacidos, y tratarlos como tal en negocios multimillonarios que incluso provocan su muerte…deseo para Costa Rica una sociedad retrógrada, donde los niños tengan la posibilidad, igual que la tuvimos nosotros, de ser procreados y protegidos en el vientre materno.
Si ser civilizados significa que cada vez más niños crezcan sin un papá o una mamá, por derechos inventados de los adultos para con ellos mismos…prefiero que mi país no sea parte de este “mundo civilizado”, y que nuestra sociedad vele realmente por las necesidades de los más indefensos.
Si para igualarnos con los países desarrollados debemos tomar la libertad como el bien supremo, como aquello que debemos defender siempre, sin importar si lo que hacemos está bien o no…espero que acá nunca lleguemos a ser tan “desarrollados”, para que el ser humano siga siendo el punto de partida y de llegada en la toma de decisiones y que nuestros hijos no vivan esclavizados a un “yo tengo derecho a…” que les lleve a auto-engañarse, justificando sus debilidades o sus acciones, aún por encima de la vida de otros.
Por eso, cabe resaltar el esfuerzo de diversas organizaciones que con el apoyo de la empresa privada celebran en nuestro país el V Congreso Internacional Provida. Este evento reunirá el próximo fin de semana a líderes de Derechos Humanos de Europa y América Latina, para compartir su compromiso en la defensa del derecho fundamental del cual se desprenden todos los demás: la vida humana.
Una excelente oportunidad para que Costa Rica retome su liderazgo en este ámbito y que aclare al mundo que nunca un derecho humano puede sobreponerse a otro, y mucho menos, provocar la muerte de los que aún no tienen voz.
Flory Montero Valverde
En la Asamblea Legislativa existen proyectos de ley que pretenden legalizar la Fecundación in Vitro, imponer planes de Salud Reproductiva que abren la puerta al aborto, y legalizar las uniones homosexuales que, a futuro, podría favorecer la tutela de niños por parte de estas parejas. Algunos, sobre todo aquellos con un interés particular en dichos temas, los intentan justificar etiquetándolos como “derechos humanos”.
Si algunas sociedades modernas consideran como un derecho humano el llamar “productos” a los bebés no nacidos, y tratarlos como tal en negocios multimillonarios que incluso provocan su muerte…deseo para Costa Rica una sociedad retrógrada, donde los niños tengan la posibilidad, igual que la tuvimos nosotros, de ser procreados y protegidos en el vientre materno.
Si ser civilizados significa que cada vez más niños crezcan sin un papá o una mamá, por derechos inventados de los adultos para con ellos mismos…prefiero que mi país no sea parte de este “mundo civilizado”, y que nuestra sociedad vele realmente por las necesidades de los más indefensos.
Si para igualarnos con los países desarrollados debemos tomar la libertad como el bien supremo, como aquello que debemos defender siempre, sin importar si lo que hacemos está bien o no…espero que acá nunca lleguemos a ser tan “desarrollados”, para que el ser humano siga siendo el punto de partida y de llegada en la toma de decisiones y que nuestros hijos no vivan esclavizados a un “yo tengo derecho a…” que les lleve a auto-engañarse, justificando sus debilidades o sus acciones, aún por encima de la vida de otros.
Por eso, cabe resaltar el esfuerzo de diversas organizaciones que con el apoyo de la empresa privada celebran en nuestro país el V Congreso Internacional Provida. Este evento reunirá el próximo fin de semana a líderes de Derechos Humanos de Europa y América Latina, para compartir su compromiso en la defensa del derecho fundamental del cual se desprenden todos los demás: la vida humana.
Una excelente oportunidad para que Costa Rica retome su liderazgo en este ámbito y que aclare al mundo que nunca un derecho humano puede sobreponerse a otro, y mucho menos, provocar la muerte de los que aún no tienen voz.
Flory Montero Valverde