En la más reciente medición de la Universidad de Costa Rica, se demuestra que dos de cada 10 personas consideran que la inseguridad es el principal problema del país, incluso por encima del costo de la vida y de la gestión del gobierno.
La seguridad no es un tema de percepción, sino de realidad. Basta con ver los noticieros o con hojear los periódicos. Todos plagados de sucesos, robos, asaltos y homicidios, por citar algunos.
No tenemos por qué acostumbrarnos a eso, en Costa Rica todos tenemos derecho a sentirnos seguros.
En la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (UCCAEP), sabemos que tanto las empresas pequeñas, medianas y grandes, así como los hogares, han tenido que hacer inversiones en temas de seguridad.
Somos conscientes, además, del esfuerzo que hacen los cuerpos policiales por capturar a las personas que incurren en actos delictivos; y también del hacinamiento que existe en las principales cárceles del país.
La liberación de privados de libertad no es la solución idónea. Desde hace 4 años, el Banco Interamericano de Desarrollo le prestó a Costa Rica más de 100 millones de dólares para construir proyectos carcelarios, pero el proceso de ejecución ha presentado retrasos.
Se estima que será hasta finales del próximo año cuando el país cuente con cerca de 1.600 nuevos espacios en cárceles.
UCCAEP hace un nuevo y enérgico llamado a las autoridades para agilizar los procesos y generar verdaderas políticas de reinserción en la sociedad de los privados de libertad, creando un efectivo programa de trabajo y estudio, con el fin de que retribuyan a la sociedad algo de lo mucho que les ha dado y que se ocupen en actividades productivas durante su encarcelamiento.
Es importante que el Ministerio de Justicia genere trimestralmente, de forma actualizada y detallada, estadísticas del sistema penitenciario que permitan formular propuestas de política criminal sobre bases científicas.
El combate a la inseguridad debe ser integral y efectivo, la solución no está en soltar a los reos que tanto le cuesta a la policía atraparlos, sino en construir más cárceles y mejorar la calidad de los privados de libertad a través de una verdadera resocialización, por lo que hacemos un llamado al Gobierno para que utilice los fondos que desde el 2012 fueron aprobados.
Usted y yo tenemos derecho a sentirnos seguros.