Un deber central de la Universidad es pensar en el país y promover iniciativas de desarrollo nacional, de allí la iniciativa de la UCR de organizar, con el concurso de la Escuela de Bibliotecología y Ciencias de la Información, el I Congreso Nacional sobre el tema que inica este 29 de septiembre y concluye el primero de octubre de este año.
La importancia estratégica de la información para el desarrollo nacional es reconocida en el mundo. Pese a ello, Costa Rica no aprovecha intensivamente el potencial existente de recursos de información para su desarrollo. Puede afirmarse lo anterior a partir de la comparación de lo que han hecho o están haciendo en el tema países como Irlanda, Dinamarca, Uruguay, Chile, Malasia, Brasil, Panamá, Colombia y otros.
Ese desaprovechamiento de la potencialidad local se debe a distintos factores, entre ellos, a que la institucionalidad pública/privada que se dedica al tema trabaja de manera desarticulada, respondiendo a intereses particulares de cada entidad más que a interesas de nivel nacional.
Por su parte, la población no posee una “cultura de la información”, que le induzca a utilizarla en sus rutinas y en sus iniciativas creativas y de innovación. De hecho, la oferta de información se concentra en las bibliotecas y en servir a los actores de la Academia y de la educación formal. La información privada, desde luego, se destina a satisfacer la demanda de las empresas que la auspician.
También es usual que el tema se confunda con la adquisición y uso de infraestructura tecnológica de información y comunicación, la que sólo es un componente, importante pero sólo un componente, de la sociedad de la información.
Aún más, puede afirmarse que en Costa Rica la información no parece poseer, en los hechos, valor estratégico para el desarrollo nacional, ya que no existen políticas públicas para el tema, tampoco para la formación y capacitación sobre teoría y uso de la información, ni para la gente común ni para profesores y estudiantes de escuelas, liceos y universidades.
Para expresarlo en una frase, no existe una estrategia ni un “proyecto país” para construir una sociedad de información, a pesar de que en el mundo y en las capas más ilustradas de la Nación, se reconoce que el desarrollo social, institucional, político, económico y medioambiental, depende del uso intensivo de información.
Tres son los objetivos del Congreso arriba enunciado: Uno, iniciar la construcción de una Visión de Costa Rica 2020 operando como Sociedad de la Información. Dos identificar las bases de una Política de Estado y de un Plan Maestro para lograrlo, y Tres, Discutir un modelo de organización institucional que articule el trabajo de los programas existentes.
En conclusión, la situación es delicada y la solución impostergable. El mundo se sustenta cada vez más en la economía de la información. Y este fenómeno es permanente y veloz. Sin duda Costa Rica está rezagada respecto de los países desarrollados, sin embargo posee los recursos necesarios como para transformarse en líder regional en la materia.
Jorge Sariego Mac-Ginty
Sociólogo y Máster en Comunicación Social
Un deber central de la Universidad es pensar en el país y promover iniciativas de desarrollo nacional, de allí la iniciativa de la UCR de organizar, con el concurso de la Escuela de Bibliotecología y Ciencias de la Información, el I Congreso Nacional sobre el tema que inica este 29 de septiembre y concluye el primero de octubre de este año.
La importancia estratégica de la información para el desarrollo nacional es reconocida en el mundo. Pese a ello, Costa Rica no aprovecha intensivamente el potencial existente de recursos de información para su desarrollo. Puede afirmarse lo anterior a partir de la comparación de lo que han hecho o están haciendo en el tema países como Irlanda, Dinamarca, Uruguay, Chile, Malasia, Brasil, Panamá, Colombia y otros.
Ese desaprovechamiento de la potencialidad local se debe a distintos factores, entre ellos, a que la institucionalidad pública/privada que se dedica al tema trabaja de manera desarticulada, respondiendo a intereses particulares de cada entidad más que a interesas de nivel nacional.
Por su parte, la población no posee una “cultura de la información”, que le induzca a utilizarla en sus rutinas y en sus iniciativas creativas y de innovación. De hecho, la oferta de información se concentra en las bibliotecas y en servir a los actores de la Academia y de la educación formal. La información privada, desde luego, se destina a satisfacer la demanda de las empresas que la auspician.
También es usual que el tema se confunda con la adquisición y uso de infraestructura tecnológica de información y comunicación, la que sólo es un componente, importante pero sólo un componente, de la sociedad de la información.
Aún más, puede afirmarse que en Costa Rica la información no parece poseer, en los hechos, valor estratégico para el desarrollo nacional, ya que no existen políticas públicas para el tema, tampoco para la formación y capacitación sobre teoría y uso de la información, ni para la gente común ni para profesores y estudiantes de escuelas, liceos y universidades.
Para expresarlo en una frase, no existe una estrategia ni un “proyecto país” para construir una sociedad de información, a pesar de que en el mundo y en las capas más ilustradas de la Nación, se reconoce que el desarrollo social, institucional, político, económico y medioambiental, depende del uso intensivo de información.
Tres son los objetivos del Congreso arriba enunciado: Uno, iniciar la construcción de una Visión de Costa Rica 2020 operando como Sociedad de la Información. Dos identificar las bases de una Política de Estado y de un Plan Maestro para lograrlo, y Tres, Discutir un modelo de organización institucional que articule el trabajo de los programas existentes.
En conclusión, la situación es delicada y la solución impostergable. El mundo se sustenta cada vez más en la economía de la información. Y este fenómeno es permanente y veloz. Sin duda Costa Rica está rezagada respecto de los países desarrollados, sin embargo posee los recursos necesarios como para transformarse en líder regional en la materia.
Jorge Sariego Mac-Ginty
Sociólogo y Máster en Comunicación Social