Lunes, 27 Septiembre 2010 06:04

¿Cuál debería ser el propósito de la educación universitaria pública?

Habría que decir que uno de los principales objetivos, sino el principal, es preparar académica y principalmente a nacionales, para responder a lo social en forma adecuada  los retos de construir una sociedad económicamente competitiva e inclusiva, en lo social generar un espíritu nacional solidario y en lo político, capacitar a la población para asumir de manera inteligente, visionaria, manera inteligente, visionaria, eficaz y eficiente la conducción del los sectores públicos y privados. Paralelamente ser el motor de investigación y desarrollo para beneficio de la sociedad.
Otra observación necesaria de hacer,  es decir que, toda sociedad no solo necesita de profesionales, sino que también, requiere de técnicos y operarios capacitados para satisfacer las varias necesidades que una población necesita resolver con alguna regularidad, tales como carpinteros, albañiles, electricistas, mecánicos en autos, mantenimientos de equipos industriales, etc. como los que debería preparar el INA.
Con eso no quiero decir que quienes no vayan a la universidad, deban por eso estar condenados a vivir en la estrechez económica con un bajo nivel de bienestar para sí mismo y su familia.  Esto se resolvería con una política de estado que asegure las condiciones para que toda la ciudadanía tenga las necesarias y suficientes oportunidades para tener acceso a un decoroso y muy adecuado nivel de vida, donde la Salud, Educación, Seguridad y Vivienda estén al alcance sino de todos los integrantes del conglomerado social, por lo menos, de la inmensa mayoría.
Retomando la pregunta que sirve de título a este comentario, habría que decir que dentro de un propósito eminentemente social, la pretensión presupuestaria de las altas autoridades universitarias y, posteriormente, de los sindicatos y algunas y algunos estudiantes, simplemente, no tiene cabida pues sus argumentos son absolutamente sectarios y de dudosa proyección social pues pareciera que se beneficia a un grupo reducido y el cual ya es privilegiado de la sociedad, comparado con las oportunidades que tienen otras y otros costarricenses.
Si se hiciera una comparación relativa al número de beneficiados de todos esos programas los comparáramos con el número de estudiantes matriculados en las universidades estatales, muy probablemente, habría un desbalance muy sesgado en favor de esos presupuestos universitarios. Esto quiere decir que al darle recursos a los entes estatales de educación superior, otros sectores poblacionales, verán postergadas  sus necesidades y expectativas pues los recursos económicos y financieros públicos son y serán siempre finitos.
Nadie puede discutir la necesidad de tener universidades públicas inteligente, visionaria y adecuadamente financiadas pero lo que si habría que discutir, sería sobre ¿cuáles son los objetivos estratégicos que la educación universitaria pública debe tener? Esto dentro del contexto de su costo-beneficio social, ya que su financiamiento proviene del pago de los diferentes impuestos que las y los costarricenses pagamos, por lo que no hay que olvidar, que esos mismos recursos deben alcanzar para financiar los programas estatales de Salud, de Seguridad, de Educación Primaria y Secundaria, infraestructura pública, los asistenciales a quienes viven bajo el nivel de pobreza, para solo citar algunos.
Habría que decir que uno de los principales objetivos, sino el principal, es preparar académica y principalmente a nacionales, para responder a lo social en forma adecuada  los retos de construir una sociedad económicamente competitiva e inclusiva, en lo social generar un espíritu nacional solidario y en lo político, capacitar a la población para asumir de manera inteligente, visionaria, manera inteligente, visionaria, eficaz y eficiente la conducción del los sectores públicos y privados. Paralelamente ser el motor de investigación y desarrollo para beneficio de la sociedad.
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Otra observación necesaria de hacer,  es decir que, toda sociedad no solo necesita de profesionales, sino que también, requiere de técnicos y operarios capacitados para satisfacer las varias necesidades que una población necesita resolver con alguna regularidad, tales como carpinteros, albañiles, electricistas, mecánicos en autos, mantenimientos de equipos industriales, etc. como los que debería preparar el INA.
Con eso no quiero decir que quienes no vayan a la universidad, deban por eso estar condenados a vivir en la estrechez económica con un bajo nivel de bienestar para sí mismo y su familia.  Esto se resolvería con una política de estado que asegure las condiciones para que toda la ciudadanía tenga las necesarias y suficientes oportunidades para tener acceso a un decoroso y muy adecuado nivel de vida, donde la Salud, Educación, Seguridad y Vivienda estén al alcance sino de todos los integrantes del conglomerado social, por lo menos, de la inmensa mayoría.
Retomando la pregunta que sirve de título a este comentario, habría que decir que dentro de un propósito eminentemente social, la pretensión presupuestaria de las altas autoridades universitarias y, posteriormente, de los sindicatos y algunas y algunos estudiantes, simplemente, no tiene cabida pues sus argumentos son absolutamente sectarios y de dudosa proyección social pues pareciera que se beneficia a un grupo reducido y el cual ya es privilegiado de la sociedad, comparado con las oportunidades que tienen otras y otros costarricenses.
Si se hiciera una comparación relativa al número de beneficiados de todos esos programas los comparáramos con el número de estudiantes matriculados en las universidades estatales, muy probablemente, habría un desbalance muy sesgado en favor de esos presupuestos universitarios. Esto quiere decir que al darle recursos a los entes estatales de educación superior, otros sectores poblacionales, verán postergadas  sus necesidades y expectativas pues los recursos económicos y financieros públicos son y serán siempre finitos.
Nadie puede discutir la necesidad de tener universidades públicas inteligente, visionaria y adecuadamente financiadas pero lo que si habría que discutir, sería sobre ¿cuáles son los objetivos estratégicos que la educación universitaria pública debe tener? Esto dentro del contexto de su costo-beneficio social, ya que su financiamiento proviene del pago de los diferentes impuestos que las y los costarricenses pagamos, por lo que no hay que olvidar, que esos mismos recursos deben alcanzar para financiar los programas estatales de Salud, de Seguridad, de Educación Primaria y Secundaria, infraestructura pública, los asistenciales a quienes viven bajo el nivel de pobreza, para solo citar algunos.