Viernes, 27 Agosto 2010 09:23

Avance educativo tecnológico

Si existe un aspecto que está caracterizando la época actual, son los vertiginosos cambios tecnológicos que se están generando en diferentes ámbitos del acontecer nacional e internacional. Ahora bien, ninguna disciplina del quehacer humano se ha visto más impactada por tales transformaciones que el sector educativo mediante la educación virtual.
Esta es una realidad que no se puede ocultar, de ahí la importancia de que tanto docentes como estudiantes asuman este cambio desde una perspectiva positiva y dinámica para que el ámbito educativo se vea, determinantemente, favorecido.
Ciertamente que lo nuevo siempre genera un poco de temor, además, se piensa que es mejor seguir aplicando un método ya conocido en lugar de hacer uso de uno nuevo, el cual, va a demandar un renovado esfuerzo de aprendizaje y enseñanza, una actualización de la información hasta ahora adquirida y un tiempo extra de la labor docente.
¿Acaso para muchos profesores no les es mejor estar frente a sus alumnos repitiendo mecánicamente una serie de conceptos, mientras los estudiantes se desviven por copiar todo lo que el docente dice?...
¿No es más sencillo para algunos estudiantes memorizar todo lo que se le ha trasmitido, que hacer uso de herramientas las cuales les podrían fomentar el desarrollo de un pensamiento más analítico?
Puede que esta mecánica resulte dentro del aula; sin embargo, se convierte en una acción muy dañina, pues ante un mundo que avanza diariamente, se demanda de nosotros un rol más activo y actualizado en la adquisición de conocimientos.
Si nos negamos a ser parte del avance tecnológico en la educación, sería muy difícil estar a la altura de los grandes procesos de cambios educativo-sociales que ocurren a nuestro alrededor, a lo más, seríamos humanos conformistas, pasivos, o lo que llamó Ortega y Gasset, “un hombre masa”; es decir, aquel que es uno más de un conglomerado cuyo aporte individual al bienestar social ha sido prácticamente nulo.
Evidentemente la educación virtual no es la panacea del sistema educativo, existen múltiples aspectos desde el compromiso, la formación profesional o el sentido ético de los profesores, hasta la voluntad de querer aprender de los estudiantes, que entran en juego para lograr una educación de calidad.
Sin embargo es un hecho que el desarrollo de las Tecnologías de la Información y Comunicación nos brinda múltiples ventajas como la reducción de costos, el acceso de nuevos usuarios a la tecnología, la exploración de una fuente inagotable de información y recursos, la oportunidad de educarse pese a obstáculos laborales o geográficos, o la flexibilidad de que, desde cualquier lugar y a cualquier hora, se puede tener acceso a los cursos virtuales.
Por tanto, si la educación virtual nos está ofreciendo una ingeniosa manera de complemento de los cursos presenciales en beneficio de todos los partícipes del proceso educativo, y, por ende, de la sociedad en general, entonces ¿por qué negarse a aplicarla de tal manera que se convierta en una opción real y de calidad para quienes pueden encontrar en ella un espacio idóneo para formarse?
En tal sentido, recordemos las palabras del educador español Fernando García: “Podemos seguir pensando en los viejos cauces, podemos seguir utilizándolos con un ejemplar rendimiento..., pero no podemos ignorar hacia donde se dirige el futuro educativo de la mano de la tecnología”.