Camilo Rodríguez Chaverri
Como miles de costarricenses, lloré con el gol de Joel Campbell contra Uruguay, y volví a llorar con el gol de Óscar Duarte, el muchacho que nació en Nicaragua y se nacionalizó costarricense. No lo podía creer con el gol de Ureña, el muchacho de Palmichal, que salía a las cuatro de la mañana de su casa para ir a entrenar…
Viví en San Isidro de El General hasta que tenía doce años. Fui a la Escuela La Asunción, de monjas Oblatas al Divino Amor. Atribuyo a esto mi chochera por los templos, los santos, la imaginería religiosa y el fervor popular. Allá conocí al Padre Álvaro Coto.
Viví en San Isidro de El General hasta que tenía doce años. Fui a la Escuela La Asunción, de monjas Oblatas al Divino Amor. Atribuyo a esto mi chochera por los templos, los santos, la imaginería religiosa y el fervor popular. Allá conocí al Padre Álvaro Coto.
En esta época del año, Dios vive en Costa Rica. Aquí está el cielo, poblado de árboles mágicos. Florecenn los árboles, y parece que el mismísimo Creador del universo viene a hacer las flores con sus dedos.
El periodismo deportivo costarricense está de luto por la muerte del narrador Manuel Antonio “Pilo” Obando. Durante 54 años, “Pilo” Obando trabajó en medios de comunicación. Antes fue jugador. Hasta estuvo en un equipo del Cartaginés en la primera división, pero nunca jugó. Fue portero. Desde hace medio siglo, trabajó en radio.