Antes las escuelas y colegios tenían sus clases que terminaban en noviembre.
Se tenían 15 días de vacaciones a medio año y 3 meses, de diciembre a marzo y todos los mayores estudiamos de esta manera.

Hoy se quiere justificar que se impartan no sé cuántos días de clases, 200 o más y por esto le pagaron dinero adicional a profesores y maestros para que trabajaran esos 200 días.

Pero sabemos que en estos días, los niños y jóvenes van a hacer nada a las escuelas y colegios pues ya han terminado todo, así que se dice popularmente, van a matar el tiempo y así justificar los 200 días. ¡¡¡Que hipocresía!!! Más grande decir que se dan los 200 días lectivos; pareciera que la preocupación es por cantidad y no tanto por calidad.

Los padres de familia saben que eso es cierto y que esto está pasando, les contare algo.

Un día de estos conocí de un caso de una madre de familia, sin trabajo y condiciones difíciles al ver que no tenia plata para enviar sus hijos a clases, por el pago de buses, etc., habló con la maestra para que le permitiera no asistir ya a la escuela a sus hijos pues no iban a hacer nada; la maestra le dijo a la Mamá que estaba bien, que de por sí nada perdían, ya que el curso lo habían terminado y que ahora solo se mataba el tiempo.

Por otro lado, cuando uno mira a un diputado tratar de justificar gastos millonarios por giras en los fines de semana o cuando uno mira las justificaciones de negocios y dineros por parte de involucrados en la trocha.

También cuando uno mira las compras millonarias, los estadios llenos, las cantinas llenas, los conciertos llenos, donde se gastan y se pagan millones de dólares a artistas extranjeros.

O cuando uno mira las extras que se "ganan" tráficos y otros funcionarios públicos choriceros, aunque hay que aclarar que no todos lo son,

Y qué decir cuando uno mira en los pueblos de este país, gente que de un pronto a otro comienza a comprar carros, casas, propiedades y no se sabe de donde obtuvieron ese "golpe de suerte" para adquirir tanta riqueza.

Todo esto golpea la conciencia porque uno sabe que hay tanta gente sin recursos necesarios para pasar una navidad digna, que no tienen vivienda donde vivir, que están sin trabajo y tampoco reciben aguinaldos, por lo que no tienen dinero para los regalos de sus niños.

Entonces uno se pregunta ¿En qué país vivimos? ¿Qué es lo que pasa en este país? ¿Hacia dónde vamos?
ALEXANDER BONILLA DURÁN