Tuvimos la oportunidad de observar horas y hasta en páginas completas a nuestros actuales dirigentes políticosimpertérritos ante las cámaras; donde en otras ocasiones bajo ninguna circunstancia dan algún tipo de impresiones. Precandidatos, analistas deportivos y los periodistas haciendo un llamado a la celebración completa.
Reflexionando sobre este acontecimiento me niego a creer que nuestra Costa Rica se conforme con celebrar por un tema tan circunstancial, considerando que tenemos pendientes muchos asuntos que de resolverse adecuadamente si serían razones para festejar.
Festejar porque de una vez y por todas las carreteras y vías en mal estado sean erradicadas. Festejar porque el pago de 2 mil millones en intereses que le hemos hecho al BID y al BCIE desde hace tres años, se pudieran ver plasmados en avances de 19 obras consignadas en los préstamos de las cuales 15 no tienen avance alguno.
Festejar porque no haya más muertes en carretera producto de conductores ebrios, y que aquellos que han sido capturados cometiendo este delito paguen realmente sus deudas con la sociedad.
Festejar porque encontremos soluciones para que no sea solamente un 46% de los jóvenes entre 17 y 21 años los que se gradúan del colegio, y que aquellos que no lo hacen no sea producto de la situación socioeconómica, académica o de pobreza en la que viven.
Festejar porque se protege a los productores nacionales altamente eficientes que tienen que vender sus cosechas con pérdidas porque no se les garantiza condiciones iguales de mercado.
Festejar porque la reestructuración que realiza la CCSS se plasme en mejor prestación de servicios médicos donde hasta en los lugares más recónditos del país se pueda contar con especialistas todos los dias y no como en la actualidad que estos profesionales están disponibles solamente algunos dias de la semana.
Verdaderamente es nuestro deber y nuestra responsabilidad darle prioridad a los temas de la agenda nacional que de manera consistente y en el largo plazo nos permitan pintar caras de alegría en nuestra gente, y que le den peso a la célebre frase con la eufóricamente decimos ¡A celebrar carajo!
Mauricio Giutta Hernández