Martes, 20 Abril 2010 18:00

UNA LISTA DE RAREZAS

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Hay personas a las que, como decía mi abuela, no se les conoce oficio ni beneficio, y sin embargo usted las ve exhibir fortunas y propiedades que demandarían, en condiciones normales, altos y hasta muy altos ingresos económicos. En este país hay muchas, muchas fortunas que evidentemente tienen orígenes oscuros, por más blanqueadas que las presenten sus dueños. Y ese fenómeno se repite en estratos económicos más bajos. Ahora uno ve, con mucha frecuencia, a una muchachita que no trabaja, de familia de bajos recursos, luciendo un celular de última tecnología. Y qué de esos muchachos que domingo a domingo y miércoles a miércoles van a los estadios, y asisten a conciertos carísimos y visten a la moda ¿de dónde tanta plata?


Limón es tierra de hermosos contrastes culturales, de rica belleza natural y también de calles y carreteras destrozadas, de autoridades cuestionadas y hasta encarceladas. Y un problema de recolección de basura sin resolver por años que atenta contra la salud de sus pobladores y sobre todo contra la formación de su niñez y juventud, acostumbrada a ver como algo normal la basura en aceras y calles, en las instituciones donde reciben educación y probablemente en muchos de sus hogares. Y curiosamente no ha habido ninguna huelga para exigir que se termine ese tormento.


¿Cuántos furgones recorren nuestras carreteras sin haber pasado la revisión de Riteve? El otro día dieron el dato en las noticias. Son muchos, cientos, y cada uno de ellos representa una bomba de tiempo, un elemento de riesgo para provocar otros accidentes como los muchos que provocan, con frecuencia de consecuencias mortales.
Es extraño que las autoridades de tránsito no acaben con este problema si todos esos vehículos deben pasar por las romanas para declarar el peso de su carga. Es tan fácil constatar allí que andan sin luces de frenado, sin direccionales, con llantas desgastadas. ¿Por qué no pescarlos allí?


La municipalidad de San José está poniendo orden en cuanto a las máquinas tragamonedas, para cumplir la ley que las regula, en defensa de nuestra niñez. Pero en esto como en otros asuntos de la vida nacional pareciera que la población rural es gente –niños y jóvenes en este caso- de segunda categoría. ¿Quién va a defender a los niños y jóvenes de poblaciones rurales, de estas cajas y de sus desalmados dueños que los mal enseñan a depender de la suerte y a buscar las salidas fáciles en la vida, alejándoles del estudio, del esfuerzo y de la disciplina como principios de conducta?

Varias veces los costarricenses escuchamos a unos diputados afirmar que lo más importante en la ley de tránsito era mantener el sistema de puntos y lo defenderían hasta el final, y a otros decir con vehemencia que de ninguna manera permitirían que se elevara la permisividad en cuanto al consumo de licor por parte de los conductores. El pasado martes 13 los diputados aprobaron en primer debate una reforma a esa ley, eliminando el sistema de puntos y elevando la permisividad en el  nivel de alcohol en la sangre de los conductores, de 0.5 a 0.75. Este es el colmo y el fin de las rarezas.