El 15 de mayo es una de las fechas más emblemáticas para nuestros campesinos, precisamente se conmemora al santo patrono de los agricultores, San Isidro Labrador. En la tradición es el momento que marca el lindero entre el verano que se va y el invierno que llega, entonces es tiempo de preparar la tierra para derivar de ella los sagrados alimentos.
En la comunidad de San Antonio de Escazú, tierra de boyeros y labriegos, el 15 de mayo era día de fiesta, con desfiles y despliegue de costumbres ancestrales, los campesinos iban a bendecir animales y semillas, por primera vez en lustros, todo pasará a la historia, la razón es sencilla, son tantos los requerimientos del Ministerio de Salud, que los organizadores desistieron del evento, que además generaba recursos para tantos menesteres de una comunidad mayoritariamente humilde.
Los vecinos me pidieron que usara el poder de la radio para tratar de conciliar el interés de las autoridades sanitarias y la convivencia de las tradiciones, por ejemplo, son tantas las letrinas que piden sean instaladas, que a juzgar por el celo de los salubristas, estaríamos ante la presencia de un brote de cólera morbus, diarrea o al decir de Aquileo Echeverría de “salidera”.
Ni que decir de los animales que en vez de los tradicionales billetes colocados en las puntas de sus cornamentas, deberían lucir un certificado extendido por algún veterinario que certifique que no son portadores de tórsalos, garrapatas, ni siquiera de un barro en el cuero que debe lucir impecable.
Estamos de acuerdo en que salud debe velar por la forma en que se preparan y dispensan los alimentos, en la existencia de agua potable y otras tantas cosas que parecen lógicas, pero de ahí a andar, como se dice buscando el pelo en la sopa, hay una enorme distancia y de seguir así, poco a poco desaparecerán las fiestas tradicionales y en su defecto veremos los famosos megabares, en donde se dispensa licor a diestra y siniestra y en virtud de que cumplen con los mandatos sanitarios ¡Que siga la fiesta!
Salud sin matar las tradiciones un hermoso reto para los nuevos jerarcas.