Hoy se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa.
La libertad de prensa, junto con la educación y el civismo, han sido pilares de nuestra democracia, y su debida valoración y fortalecimiento son imprescindibles para ese crecimiento democrático al que debemos aspirar permanentemente y por el cual debemos trabajar día a día.
Centrada en la actividad de los medios de comunicación y del quehacer periodístico, la libertad de prensa es ese conjunto de derechos que protegen a periodistas y medios en el cumplimiento de la trascendental misión que la sociedad les ha encomendado. Por su parte, la libertad de expresión, centrada en el ciudadano, es ese derecho a la libre manifestación de ideas, sentimientos e inquietudes que tienen todos los habitantes del país y los grupos en que la ciudadanía se organiza.
Así, la libertad de prensa es una de las formas o manifestaciones de la libertad de expresión, la una viene de la otra y solo tiene sentido en tanto sirva a su consolidación, porque esos derechos en los que periodistas y medios se amparan para ejercer libremente su importante tarea, son derechos que solo tienen sentido y legitimidad en el tanto se utilicen responsablemente, teniendo por objeto el bien general, el bienestar social.
Por eso, la demanda por más libertad de prensa, importante y urgente como es, solo alcanza legitimidad si va acompañada de un mayor compromiso con la responsabilidad social que medios y periodistas tenemos con la ciudadanía, con el público, con nuestras audiencias. Lastimosamente, pareciera que por momentos algunos pierden la claridad de ese norte, y tanto medios como comunicadores hacen de su quehacer un propósito en sí mismo, olvidando que su razón de ser está en el servicio que se brinde al conglomerado social.
En ese sentido, resulta oportuno mencionar y resaltar la iniciativa del Colegio de Periodistas que, hoy, al celebrarse el Día Mundial de la Libertad de Prensa, pone en marcha, bajo el nombre de Sello de Garantía, un programa de certificación voluntaria, dirigido inicialmente a los medios regionales, locales y especializados, con el propósito de acompañarlos en un proceso de mejoramiento a favor de las comunidades a las que sirven.
Todos conocemos alguno de esos medios: son esos periódicos y revistas que atienden los asuntos de uno o más cantones; son esos noticieros radiofónicos que atienden las inquietudes de comunidades, generalmente muy lejanas; son esas televisoras que se convierten en un símbolo de la idiosincrasia de una población.
Demandar calidad profesional, rigor ético y compromiso social a esos medios, y a la vez apoyarlos para que se consoliden empresarialmente y puedan cumplir con dignidad su misión, esa es una forma de promover la democratización de la comunicación con todos los beneficios que ello le acarreará a nuestra democracia.
Por ello, el Sello de Garantía para los medios de comunicación, debiera recibir el respaldo del estado, de los diferentes sectores sociales y en particular de las comunidades a las que esos medios sirven.