Miércoles, 25 Junio 2008 18:00

LA VIDA Y LA MUERTE

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A los 47 años el ingeniero y profesor universitario estadounidense Randy Pausch es diagnosticado con un violento cáncer de páncreas, actualmente su vida pende de un hilo y  millones en el mundo esperan el desenlace fatal, de un drama globalizado por la presencia de la internet y su libro denominado La Ultima Lección.

 El matrimonio tardío hace que los tres hijos de Pausch se ubiquen entre el año y medio la menor y poco más de seis el mayor, padre al fin, enfrentado ante la realidad de la muerte, en estos momentos procura escribir el legado a sus pequeños que se convirtió en un canto de amor para la humanidad.

 Los seres humanos con frecuencia olvidamos la fragilidad de la vida, ese hilo invisible capaz de romperse en cualquier instante y de la forma menos pensada. Pausch, al ser advertido de la proximidad del fin de su existencia, procura extraerle todo el sabor a cada día y en ese camino inexorable evoca la figura de sus padres, personas que le inculcaron el amor, la solidaridad y la vocación de dar y darse sin esperar nada a cambio.

 En momentos en los que algunos se embriagan con las mieles del poder, sea porque emane de la política, los recursos económicos o simplemente porque les fue confiada la responsabilidad de dirigir a otros, su progenitor acuñó una máxima: “ser el conductor del bus, no te da la licencia para atropellar a los demás”.

¿Qué pasaría, si esta mañana, usted recibe la noticia de que le restan pocos meses de vida? La verdad es desconocemos en que momento se apersonará la señora de la guadaña,  andamos como si fuéramos eternos y hacemos oídos sordos a una máxima, acuñada en  la Biblia, donde se lee: “Vanidad de vanidades, todo es vanidad”

 Randy Pausch, si no se ha ido ya, está en los linderos de la existencia, él lo supo con antelación, talvez usted o yo, sin saberlo, lleguemos primero a la insoslayable raya final. ¡Esa es la vida, así es la muerte!

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