Martes, 26 Febrero 2008 18:00

LA TRANSICIÓN DEL PODER CUBANO A RAÚL CASTRO

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No era preciso una bola de cristal en Cuba para adivinar quién iba a ser designado como el nuevo titular del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros. La Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, escogió a  Raúl Castro de 76 años, entre  sus 614 diputados, quien  continuará ostentando los  mismos poderes que le fueron concedidos el 31 de julio del 2006. En su discurso de  toma de posesión, Raúl expresó que continuará consultando las decisiones principales de Estado a su hermano Fidel.  Esto refleja que mientras Fidel siga con vida, continuará el poder detrás del trono, y sólo la muerte, podría definir una mayor flexibilidad hacia algunos cambios ofrecidos por Raúl para aliviar los problemas económicos de la isla.


Fue el 19 de febrero del 2008 que Fidel Castro anunció en el diario oficial Granma que no aceptaría ser reelecto como presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros y se despidió del poder después de casi medio siglo a sus 81 años, dejándose el cargo de Primer Secretario del Partido Comunista Cubano, lo cual significa una gran cuota de poder, por ser la fuerza superior de la sociedad y el Estado de Cuba.


Los nuevos dirigentes Raúl Castro y José Ramón Machado Ventura, quien pertenece  al fidelismo ortodoxo: duro y con fama de estalinista y opuesto a cualquier apertura.  Los cubanos en el exilio abrigan la expectativa de que se abra Cuba a los cubanos, y que no tengan que enviar más remesas a sus cercanos familiares para el consumo diario.  El 70% de esas remesas llegan de los EEUU y el 30% de Europa, quienes no pueden enviar más de $100 mensuales, cuyo monto  asciende a los mil millones de dólares anuales. En Europa existen 100 mil cubanos y después del 11 de setiembre, 2001,  la inmigración de cubanos crece en los países europeos. 

Fidel expresó que su retiro marca “el fin de una etapa”, pero no el inicio de una transición política.  Confía Fidel que el sistema del Partido Comunista y el éxito de la revolución cubana de 1959, nunca retrocederán al capitalismo ni cambiarán el régimen.  Al presidente Raúl Castro, le esperan grandes desafíos, como son: el cambio generacional de la revolución, activar la decadente economía y  hacer ajustes políticos con consenso y unidad.


El Presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy en 1962,  declaró el embargo cuando denunció la presencia de misiles nucleares soviéticos en Cuba. Los soviéticos retiraron las armas y Washington decidió no invadir la isla pero el bloqueo continúa aún.  Si el embargo no hubiese existido, la exportación de la revolución a los países latinoamericanos se hubiera dado con mayor amplitud. Hoy Cuba se ha limitado apoyar los regímenes populistas de la región.


Para hacer efectivo  el embargo, espero que los EEUU logren  que Cuba realice  una verdadera transición  hacia las reformas democráticas: liberación de todos los  prisioneros políticos, legalización de los partidos políticos y elecciones libres que conduzcan hacia el establecimiento de una democracia con oportunidades para toda la comunidad civil de Cuba