Lunes, 05 Octubre 2009 18:00

EL AGUINALDO ES SAGRADO

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Los aguinaldos a los empleados públicos deben de ser pagados, sin excusa alguna y con la puntualidad de cada año.

La falta de fondos en el presupuesto ordinario nunca podrá ser excusa válida para omitir un derecho consagrado, desde hace 60 años, en el ordenamiento jurídico costarricense.

Tal omisión incumpliría los ordinales 57, 177 y 1 de la Constitución Política, del Código de Trabajo y de la Ley de Pago de Aguinaldo Para Servidores Públicos, respectivamente.

Nunca, ni en las peores crisis económicas, se dejó de hacer ese pago, pues primó, antes que el gasto en otros rubros, el cumplimiento de ese derecho laboral.

Aunque, ciertamente, estos dos últimos años se ha presentado una catastrófica crisis económica mundial, esta administración la ha sabido capear y no será la falta de pago del aguinaldo lo que venga a dar al traste con esa sostenida labor.

Las declaraciones de la Ministra de Economía, Jenny Phillips, dadas a este medio en el reportaje del 30 de setiembre pasado, expresó que el gobierno, por medio de un presupuesto extraordinario, trata de llenar “el hueco fiscal” que detectó la Contraloría General de la República en el primer trimestre del año y cuyo monto asciende a 515.000 millones de colones, con lo que se busca evitar que el pago de aguinaldos del sector público se vea afectado.

Pero, no obstante esas declaraciones, por otro lado el Ministro de la Presidencia, Rodrigo Arias, en la edición de La Nación del 1 de octubre, enfatiza que ese presupuesto no pretende llenar tal vacío y que jamás se dejarán de pagar aguinaldos.

Hasta ahí parecía que el problema tenía solución, no obstante, de nuevo, al día siguiente, 2 de octubre en el mismo medio, la Ministra de Economía, en entrevista que le hizo el periodista Esteban Porras, repite que “Podría haber problemas para pagar Aguinaldos” si los diputados no aprueban el proyecto de deuda pública presupuestado. Entonces, ¿a cuál Ministro le creemos? El problema, ahora, se presenta por partida doble pues además del debatido proyecto se suma la contradicción de los dos principales Ministros de Gobierno.

Sin duda, la situación política generada por la noticia del posible incumplimiento en el pago de aguinaldos y, para variar, en un periodo de por sí convulso, al estar el país a las puertas de elecciones nacionales, complica el panorama y, como parte de la dinámica en toda elección presidencial, la oposición aprovechará el sucio y revuelto río, para sacar provecho electoral a estos desaguisados gubernamentales.

Lo ideal sería que no se politice un asunto que toca el bolsillo de 110 mil empleados públicos y 58 mil pensionados y que el dinero requerido para el pago del decimotercero mes se haga sin mayores contratiempos. Tanto los actuales gobernantes como los candidatos presidenciales y sus partidos políticos, antes que echar más leña al fuego, deben actuar con responsabilidad, en pro de la paz social que está por medio y por la que hay que velar, a toda costa.